Las personas acomodadas descansan a la orilla del mar,
toman cócteles con vistas a la arena, a los espejos azules;
y el sol no les broncea bajo sombrillas cimbreantes.
Gafas de sol y ropas de lino sobre cuerpos sanos, delgados;
las manos juegan con copas delicadas y los labios definen
el contorno inmaculado de ambrosías sutiles, exquisitas.
La tarde perfecta se suspende durante instantes eternos;
los cuerpos tiemblan en la brisa que entra por la ventana abierta,
espaldas y pechos yacen sobre sábanas blanqueadas,
en habitaciones de cortinas mecidas por el aire limpio
que sopla venturoso desde las aguas rielantes del océano.
Es el océano negro cuando llega la noche,
las estrellas lejanas tililan como esperanzas.
Angustia la vigilia por el sol de la mañana.
Aspiramos con fuerza el aire en busca del olor
de jazmines y de galanes; de sal y de hierba; los olores.
La fiesta ha concluido y un cuerpo agotado yace
sudoroso entre sábanas frías junto a la ventana abierta.
Cimbrea mojado al son de los cristales movidos por el viento.
El gusano ya ha comenzado a trazar su camino serpenteante;
desde la punta del pie, liada entre arrugas creadas en sueños,
por el centro de la pierna retorcida, acalambrada, atrapada;
a través de la ingle exangue, abandonada; hasta la cabeza.
El cuerpo se vuelve fardo y montura
cuando la nada envuelve el corazón
que late perdida ya la razón
en medio de la noche más oscura.
Quien aguarda la cita que más dura
enloquece al oír una canción,
se estremece con la carnal pasión,
sufre al verse al final de su andadura.
Tendido en el lecho pasan las horas
lentas, dolorosas; plomo en las sienes.
Aguarda las mañanas cegadoras;
cuenta lo que has ganado, lo que tienes.
El día no temas; las turbadoras
presencias te dicen: "ahora vienes".
El primer rayo de la mañana, rojo, no es aún suficiente;
solamente cuando el sol luce en el cielo y el agua brilla
se levanta el hombre acomodado de su letargo.
La brisa del mar trae perfumes salados y frescos,
el zumo está junto a su mano y un cuerpo suave a su lado.
Ha despertado.
lunes, 27 de diciembre de 2010
lunes, 20 de diciembre de 2010
Hueso y estrella
Esto ya lo publiqué hace unos meses en "El jardín de las hipótesis inconclusas".
Hoy me lo ha recordado un comentario en el blog de Eva María Velázquez, en la entrada "Andalucía, paraíso fiscal".
Mide el hueso y apunta.
Libreta y bata, blancas y ceras.
Luz clara de la tarde
en las estancias quedas.
Polvo bajo las uñas,
amarillo en el cielo;
se vacían las cuencas;
el tiempo corre en relojes de arena.
Hace su tarea el gusano,
deshaciendo la carne en la tierra.
Arriba pican terrones
y hablan de la guerra.
Mañana gris, aire de la sierra.
El alba ha visto
mujeres llorando
monte arriba, en el bosque,
cerca del santo.
Barro húmedo y negro
sobre corazones tibios.
Los últimos latidos
los dieron bajo tierra.
En la noche tiemblan,
buscan los ojos una esperanza,
baten los corazones,
aguantan las tibias
el peso de la carne
que aventuran ya muerta.
Repara en que en el hueso se ha prendido
la punta de una estrella.
Hoy me lo ha recordado un comentario en el blog de Eva María Velázquez, en la entrada "Andalucía, paraíso fiscal".
Mide el hueso y apunta.
Libreta y bata, blancas y ceras.
Luz clara de la tarde
en las estancias quedas.
Polvo bajo las uñas,
amarillo en el cielo;
se vacían las cuencas;
el tiempo corre en relojes de arena.
Hace su tarea el gusano,
deshaciendo la carne en la tierra.
Arriba pican terrones
y hablan de la guerra.
Mañana gris, aire de la sierra.
El alba ha visto
mujeres llorando
monte arriba, en el bosque,
cerca del santo.
Barro húmedo y negro
sobre corazones tibios.
Los últimos latidos
los dieron bajo tierra.
En la noche tiemblan,
buscan los ojos una esperanza,
baten los corazones,
aguantan las tibias
el peso de la carne
que aventuran ya muerta.
Repara en que en el hueso se ha prendido
la punta de una estrella.
sábado, 18 de diciembre de 2010
Academia
Frío y tristeza en la ciudad lejana.
Caminos retorcidos en un mapa
dibujado con calma, capa a capa.
Acostumbrarse a ver por la ventana
cómo pasa la dicha más cercana;
sentir que el corazón todo lo tapa;
asumir que el orgullo ya te atrapa.
Viajas hasta las fuentes en que mana
ciencia, prestigio, gloria, plata, honor.
Llegas y solo encuentras a un extraño
reducido a gozar con el calor
de estufas encendidas todo el año,
de vacuas referencias sin sabor.
Ecos suaves, tranquilidad de antaño.
Caminos retorcidos en un mapa
dibujado con calma, capa a capa.
Acostumbrarse a ver por la ventana
cómo pasa la dicha más cercana;
sentir que el corazón todo lo tapa;
asumir que el orgullo ya te atrapa.
Viajas hasta las fuentes en que mana
ciencia, prestigio, gloria, plata, honor.
Llegas y solo encuentras a un extraño
reducido a gozar con el calor
de estufas encendidas todo el año,
de vacuas referencias sin sabor.
Ecos suaves, tranquilidad de antaño.
jueves, 9 de diciembre de 2010
martes, 7 de diciembre de 2010
Versiones de dos poemas de Emily Dickinson
Me atrae la tarea de ofrecer versiones en mi propia lengua de poemas escritos en otras. No intento hacer traducciones (aunque la etiqueta elegida para estas entradas sea, precisamente, la de "traducciones"), sino versiones que equilibren el contenido y el ritmo del original. Aquí ofrezco dos versiones de poemas de Emily Dickinson. Los poemas han sido tomados de wikisource y de la página "American Poems".
Poem 745
Renunciation - is a piercing Virtue-
The letting go
A Presence - for an Expectation-
Not now-
The putting out of Eyes-
Just Sunrise-
Lest Day-
Day's Great Progenitor-
Outvie
Renunciation - is the Choosing
Against itself-
Itself to justify
Unto inself-
When larger function-
Make that appear-
Smaller - that Covered Vision - Here-
La renuncia - Virtud que penetra-
Dejar ir
lo que se siente - por lo que se espera-
Ahora no-
Apartar los ojos-
Al amanecer-
Para que el Día-
El Gran Progenitor del Día-
No prevalezca
Renunciar - es Elegir
Contra uno mismo-
Para justificarse a si mismo-
Ante uno mismo-
Si el trabajo es mayor
Hará que parezca
Menor - la Oculta Visión- Aquí-
Poem 1451
Whoever disenchants
A single Human soul
By failure of irreverence
Is guilty of the whole.
As guileless as a Bird
As graphic as a star
Till de suggestion sinister
Things are not what they are --
Aquel que por error o irreverencia
En tan solo un espíritu humano
Arrancara el encanto y la inocencia
De todo culpable sera.
Tan inocente como es un pájaro
Y tan claro como luce la estrella
Hasta llegar a la idea siniestra:
Las cosas no son aquello que son-
La idea de ocuparme de estos poemas se me ocurrió leyendo las entradas que dedicó a ellos Lisi Prada en su blog. Allí como comentarios míos están ya colgadas versiones anteriores de estas "traducciones".
miércoles, 1 de diciembre de 2010
Todos nosotros
Esto lo escribí hace un tiempo. Hace poco lo he retocado. Aquí está la nueva versión.
Se arraciman encogollados sobre ocres barras de hierro
y gritarían su tristeza al viento
si aún soplara entre las basuras.
Un cielo oscuro contra el mar inmóvil.
Las noches sin luna todo lo engullen.
Vomitan su negro sobre farolas de luces amarillas,
sobre ciudades de alquitrán y cemento.
El mundo se rasca los piojos apelotonados en su cabeza,
como manadas de cebras
huyendo de uñas grasientas.
Crecieron, se multiplicaron y movieron,
llegaban hasta el mar y se preguntaban
¿no hay más? y allí se amontonaban.
Perdieron el recuerdo del calor de los bosques,
el sabor de la sangre en las manzanas.
Olvidaron el crepúsculo en las tendidas praderas,
el aire en el rostro, el cielo sobre la cabeza.
Escaleras estrechas, letras en los ascensores.
"Sí cabemos, nos apretamos".
Intimidad sobre el linóleo despegado;
cebolla, brillantina y heces;
ojos húmedos, furtivos, indiferentes;
cáscaras que se repelen.
Chabolas con suelo de tierra preceden a las paredes de doble papel,
las ratas quedan atrás y debajo;
resbalan en pulidas tuberías de acero
que llevan el gas a quienes viven encogollados sobre ocres barras de hierro
y mueren en la noche de llamas y explosiones,
igual que poemas inacabados.
En días muy tristes y, por desgracia, casi indiferentes.
Se arraciman encogollados sobre ocres barras de hierro
y gritarían su tristeza al viento
si aún soplara entre las basuras.
Un cielo oscuro contra el mar inmóvil.
Las noches sin luna todo lo engullen.
Vomitan su negro sobre farolas de luces amarillas,
sobre ciudades de alquitrán y cemento.
El mundo se rasca los piojos apelotonados en su cabeza,
como manadas de cebras
huyendo de uñas grasientas.
Crecieron, se multiplicaron y movieron,
llegaban hasta el mar y se preguntaban
¿no hay más? y allí se amontonaban.
Perdieron el recuerdo del calor de los bosques,
el sabor de la sangre en las manzanas.
Olvidaron el crepúsculo en las tendidas praderas,
el aire en el rostro, el cielo sobre la cabeza.
Escaleras estrechas, letras en los ascensores.
"Sí cabemos, nos apretamos".
Intimidad sobre el linóleo despegado;
cebolla, brillantina y heces;
ojos húmedos, furtivos, indiferentes;
cáscaras que se repelen.
Chabolas con suelo de tierra preceden a las paredes de doble papel,
las ratas quedan atrás y debajo;
resbalan en pulidas tuberías de acero
que llevan el gas a quienes viven encogollados sobre ocres barras de hierro
y mueren en la noche de llamas y explosiones,
igual que poemas inacabados.
En días muy tristes y, por desgracia, casi indiferentes.
viernes, 26 de noviembre de 2010
Encuentro
Hace un par de años estuve, por primera vez en mi vida, en un mitin. Hacía poco que me había aficionado a escribir y no pude resistir la tentación de intentar componer un soneto que reflejara la impresión que me causo aquella experiencia. Ahora que se están celebrando los de final de campaña de las autónomicas de Cataluña me apetece recuperar lo que escribí entonces.
Rojo mar en estanque contenido
se agita, vibra y también enmudece,
te arrastra, te empuja, y suave te mece.
Oyes palabras huecas, sin sentido,
pero no importa, sientes el latido,
poderoso, del gentío que crece,
grita y se calla, parezca que rece.
Música, discursos, ¡qué colorido!
Juntos se sientan el intelectual,
el pensionista, y el dueño del bar,
escuchan, se emocionan por igual.
¿Qué es lo que les trae a este lugar?
En el fondo, un atávico ritual,
el clan, reunido, antes de cazar
lunes, 22 de noviembre de 2010
Pequeño
A esta hora
me siento pequeño
como un grano de arena.
El espacio se expande,
se tensan las supercuerdas
que arrastran a las galaxias;
eones se precipitan
al centro de cúmulos globulares.
Noto en mi piel
la fuerza extraordinaria
de la explosión primigenia.
No soy menos
que las miríadas de estrellas
que giran en torno
al centro oscuro
de la Vía Láctea.
Lo negro me engulle,
la nada me rodea;
one, two, three, four, five, six.
Tan solo una luz,
una luz que brilla
en medio del vacío más profundo.
Esa luz, esa luz,
soy yo.
me siento pequeño
como un grano de arena.
El espacio se expande,
se tensan las supercuerdas
que arrastran a las galaxias;
eones se precipitan
al centro de cúmulos globulares.
Noto en mi piel
la fuerza extraordinaria
de la explosión primigenia.
No soy menos
que las miríadas de estrellas
que giran en torno
al centro oscuro
de la Vía Láctea.
Lo negro me engulle,
la nada me rodea;
one, two, three, four, five, six.
Tan solo una luz,
una luz que brilla
en medio del vacío más profundo.
Esa luz, esa luz,
soy yo.
domingo, 21 de noviembre de 2010
Instante
Primero, la colcha;
luego, el cristal;
más allá, el aire, el cielo;
y al final, sobre la hierba,
fulgores verdes y amarillos;
ramas y hojas.
Brisa en la tarde plena,
el atisbo de una señal.
Una tarde perfecta,
un instante que refleja
mares vacíos y azules,
cielos eternos, imperecederos,
una luz singular.
Por guardarte daría...
daría el zumo junto a la cama,
daría el libro que ahora leo,
daría los juguetes y los regalos.
Daría la vida de mis hermanos.
Daría todo lo que sobra
en este mundo.
luego, el cristal;
más allá, el aire, el cielo;
y al final, sobre la hierba,
fulgores verdes y amarillos;
ramas y hojas.
Brisa en la tarde plena,
el atisbo de una señal.
Una tarde perfecta,
un instante que refleja
mares vacíos y azules,
cielos eternos, imperecederos,
una luz singular.
Por guardarte daría...
daría el zumo junto a la cama,
daría el libro que ahora leo,
daría los juguetes y los regalos.
Daría la vida de mis hermanos.
Daría todo lo que sobra
en este mundo.
lunes, 8 de noviembre de 2010
Pradera
Al viento cuando vuelva
decidle que soy
aire insubstancial.
Mi mano toca el cuero,
la cincha y la rienda.
Siento el latido,
el olor en la grupa,
los cascos que golpean.
Me sostiene la tierra.
El frío en la cara,
la luz en los ojos.
Ya vuelo ahora,
jinete sobre la hierba,
pradera sin final.
decidle que soy
aire insubstancial.
Mi mano toca el cuero,
la cincha y la rienda.
Siento el latido,
el olor en la grupa,
los cascos que golpean.
Me sostiene la tierra.
El frío en la cara,
la luz en los ojos.
Ya vuelo ahora,
jinete sobre la hierba,
pradera sin final.
sábado, 30 de octubre de 2010
Esclavos
El aire no levanta
el polvo de los esclavos,
pero ni tú ni yo
dejaremos en la tierra
más rastro u otra huella
que la que ellos dejaron.
el polvo de los esclavos,
pero ni tú ni yo
dejaremos en la tierra
más rastro u otra huella
que la que ellos dejaron.
miércoles, 27 de octubre de 2010
Batalla
El campo de batalla
desierto va quedando;
brilla el sol de la tarde
sobre la hierba
y los escudos
maltrechos;
la brisa entre los árboles cercanos.
Ni tú ni yo
hemos sobrevivido
a la batalla
inexistente.
desierto va quedando;
brilla el sol de la tarde
sobre la hierba
y los escudos
maltrechos;
la brisa entre los árboles cercanos.
Ni tú ni yo
hemos sobrevivido
a la batalla
inexistente.
sábado, 9 de octubre de 2010
Xiateros
Hago una excepción y cuelgo aquí una cosa que ni rima ni tiene ritmo. La escribí como comentario en el blog de Jose Zuñiga; en una entrada titulada "firmas en la feria". El poema de Jose Zuñiga es como sigue:
"Sin duda desvarío:
los poetas que firman en la feria
me parecen tratantes de ganado"
A continuación dejo el comentario tal como lo escribí en el blog "Tiempo a destiempo":
"Tratantes de ganado... xiateros les decía en mi niñez, allá en Asturias. Estoy viendo a uno ahora, de unos cincuenta años (entonces me parecía muy viejo), con boina y un traje azul que le quedaba largo por unos sitios, ancho por otros, corto en las mangas... creo que le faltaba algún diente y llevaba un palillo en la boca. Listo parecía, duro también. No sé por qué me lo imaginaba al final del día en cualquier chigre del pueblo de la feria, siempre lejos de su casa, arremangado y bebiendo sidra o vino peleón con algunos de los paisanos con los que había tratado por la mañana.
"Sin duda desvarío:
los poetas que firman en la feria
me parecen tratantes de ganado"
A continuación dejo el comentario tal como lo escribí en el blog "Tiempo a destiempo":
"Tratantes de ganado... xiateros les decía en mi niñez, allá en Asturias. Estoy viendo a uno ahora, de unos cincuenta años (entonces me parecía muy viejo), con boina y un traje azul que le quedaba largo por unos sitios, ancho por otros, corto en las mangas... creo que le faltaba algún diente y llevaba un palillo en la boca. Listo parecía, duro también. No sé por qué me lo imaginaba al final del día en cualquier chigre del pueblo de la feria, siempre lejos de su casa, arremangado y bebiendo sidra o vino peleón con algunos de los paisanos con los que había tratado por la mañana.
Ese aire fermentado del chigre a la noche; mezcla de humo, sudor, sidra derramada, serrín y hasta orines; paragüas chorreando y madreñas me parecía el colmo de la degradación, y, a la vez, el entorno natural del xiatero; separado de su familia, trabajando entre estiercol y ocupado en hacer parecer barato lo caro y caro lo barato.
Escritores de canapé... me los imagino, con su aire falsamente despistado, su bohemia de boutique; sonrisas cuidadas y mirada ora displicente ora vanamente interesada.
Me los imagino al final de la jornada, en alguna fiesta de compromiso, yendo de un grupo a otro buscando siempre una frase ingeniosa que no llegue a la estridencia, arrimándose a valedores y poderosos, dando esquinazo con disimulo a arribistas de menor categoría.
Estos salones minimalistas de paredes claras y pinturas abstractas, de suelos pulidos y fríos y lámparas de líneas puras se asemejan a palacios de la inteligencia. Y el escritor de éxito es su eje de rotación, su piedra angular, el viento que hace flamear las velas. Siempre en el centro de todos los debates, entendido en todos los saberes, admirado y envidiado por la mayoría, sólo unos pocos saben que su posición depende de habilidades ocultas: identificar a quien mueve los hilos, adular de forma sutil, obedecer crípticas órdenes y abstenerse cuando se hace preciso. En definitiva, un prestidigitador que crea y quita valor con un juego de manos.
¡Qué buena imagen Jose! ferias y firmas... me encanta. Me ha traído recuerdos de hace mucho tiempo ¿sabes que en Cangas de Onís hay (o había) una tienda en cuyo letrero ponía "Librería y Ferretería? Lástima no haberle hecho una foto en su momento.
viernes, 1 de octubre de 2010
Comedia
Y sigue la comedia.
Se apelotonan los liberados,
empujan y gritan para conseguir
¿qué?
Uno que llega tarde se estresa,
a otro lo golpean,
se insultan y amenazan
como si en verdad enemigos fueran.
Y mientras, otros ríen,
respetan y acuerdan.
No son los de siempre, no.
Siempre sangre nueva llega
al escenario de la comedia.
"Los espías y los mafiosos
ven el mundo
como realmente es".
Dijo Le Carré.
Los políticos ¿cómo lo ven?
¿Como es o como debiera ser?
¿Son ilusos?
¿Son espías?
¿Son mafiosos?
Casi prefiero
-pero sólo "casi"-
casi prefiero, digo,
no saber.
Se apelotonan los liberados,
empujan y gritan para conseguir
¿qué?
Uno que llega tarde se estresa,
a otro lo golpean,
se insultan y amenazan
como si en verdad enemigos fueran.
Y mientras, otros ríen,
respetan y acuerdan.
No son los de siempre, no.
Siempre sangre nueva llega
al escenario de la comedia.
"Los espías y los mafiosos
ven el mundo
como realmente es".
Dijo Le Carré.
Los políticos ¿cómo lo ven?
¿Como es o como debiera ser?
¿Son ilusos?
¿Son espías?
¿Son mafiosos?
Casi prefiero
-pero sólo "casi"-
casi prefiero, digo,
no saber.
miércoles, 29 de septiembre de 2010
Catarro
Cada catarro,
cada desvelo,
cada noche de llanto
te quita algo
de lo que llevas dentro.
Vas deshaciendo
esta impostura,
la blanca máscara
que te pusieron
la tarde gris
en que nacieron.
Estás desnudo.
Casi lo entiendes todo:
el Padre es Hijo,
el Hijo es Padre;
nadie conoce al Padre
excepto el Hijo.
Y quien es padre
y ha visto en los ojos
de un pequeño hijo
la necesidad simple
de serlo todo,
de ser un dios
poderoso y amable;
de simular
fuerzas que no tienes,
valor del que careces.
Cuando has visto tal cosa
entiendes
¡vaya si entiendes!
Lo entiendes todo,
casi todo lo entiendes;
aunque no sabes
lo que sientes.
cada desvelo,
cada noche de llanto
te quita algo
de lo que llevas dentro.
Vas deshaciendo
esta impostura,
la blanca máscara
que te pusieron
la tarde gris
en que nacieron.
Estás desnudo.
Casi lo entiendes todo:
el Padre es Hijo,
el Hijo es Padre;
nadie conoce al Padre
excepto el Hijo.
Y quien es padre
y ha visto en los ojos
de un pequeño hijo
la necesidad simple
de serlo todo,
de ser un dios
poderoso y amable;
de simular
fuerzas que no tienes,
valor del que careces.
Cuando has visto tal cosa
entiendes
¡vaya si entiendes!
Lo entiendes todo,
casi todo lo entiendes;
aunque no sabes
lo que sientes.
viernes, 24 de septiembre de 2010
A un gol
En la tarde, el silencio;
cien mil las bocas mudas
sólo un momento.
Sube el balón
a todo ajeno.
Ya no hay jugadores,
todos son espectadores
de cómo baja un balón
caído del cielo.
Un bote, dos;
rueda y cruza la raya;
antes de la red se para.
Y nadie grita
porque están
boquiabiertos,
serenos.
serenos.
sábado, 11 de septiembre de 2010
Lago
Yace en lo profundo un lago negro
de aguas quietas, siempre en silencio
la bóveda de negra roca negra.
Una gota de tinta, una mancha negra
en un cuerpo abierto y roto, deshilachado.
Pesa el lago como un peso muerto, pesa.
Centellean las luces de las estrellas
en la bóveda de negra roca negra,
se agita el aire sobre las aguas muertas.
Vuelven las noches que precedieron a las muertes antiguas.
Vuelven las sombras que siempre fuimos,
vuelven.
En la orilla del lago una playa
bajo la bóveda de roca negra
donde aún centellean las estrellas.
En la playa un alma junto a las aguas muertas;
mira el agua y a las estrellas;
por eso no es poeta.
de aguas quietas, siempre en silencio
la bóveda de negra roca negra.
Una gota de tinta, una mancha negra
en un cuerpo abierto y roto, deshilachado.
Pesa el lago como un peso muerto, pesa.
Centellean las luces de las estrellas
en la bóveda de negra roca negra,
se agita el aire sobre las aguas muertas.
Vuelven las noches que precedieron a las muertes antiguas.
Vuelven las sombras que siempre fuimos,
vuelven.
En la orilla del lago una playa
bajo la bóveda de roca negra
donde aún centellean las estrellas.
En la playa un alma junto a las aguas muertas;
mira el agua y a las estrellas;
por eso no es poeta.
martes, 31 de agosto de 2010
Verde y azul
Bajábamos
por la carretera;
tras los árboles, el cielo.
Al final una curva,
entre el azul y el agua.
Frescor en la mañana.
Estaba fría el agua,
cogía tu mano helada
y la besaba.
Un prado a lo lejos,
los castaños y robles
sombra nos daban.
En la hierba yacer,
abandonados.
Tu carne blanca
entre los verdes
de las hojas, del agua.
Tus labios blancos,
tus ojos fríos;
la curva junto al agua.
Tu falda desgarrada,
la sangre de mi frente
que sin parar manaba;
el coche que sacaron
del fondo del regato.
Cadáveres tumefactos.
sábado, 10 de julio de 2010
Manifestación
Existe un evidente punto de irracionalidad en la convocatoria de la manifestación de hoy, día 10 de julio, en Barcelona. La manifestación es de repulsa a una sentencia que no se conocía en el momento de la convocatoria; y ayer, cuando la decisión de más de ochocientas páginas fue publicada la reacción de algunos de los "convocantes" (Artur Mas) fue la de quejarse de la falta de sensibilidad del Tribunal Constitucional. Sinceramente, creo que es de agradecer que el Tribunal haya dado a conocer la Sentencia antes de la manifestación para que así los que acudan a ella tengan la oportunidad de habérsela leído y, de esta forma, puedan justificar sensatamente su participación. La intervención de Artur Mas, interpretando que explicitar las razones que motivan la protesta es una provocación es, para mi, muestra de un cierto irracionalismo -como decía- que, casi inevitablemente, nos conecta con el Romanticismo, con el triunfo del sentimiento sobre la inteligencia.
Con lo anterior no quiero decir que no sean inteligentes quienes han promovido la manifestación, sino que el planteamiento de todo el tinglado juega con una ambigüedad calculada (la manifestación acaba sin manifiesto) que pretende apelar más a las entrañas que a la cabeza. Y desde una perspectiva política esta actitud me molesta un tanto; pretender camuflar un acto independentista en un inexistente federalismo no me parece correcto; creo que en política se ha de ser riguroso y claro para que el debate se enriquezca y sea útil y profundo.
¿Y para qué este rollo? Pues porque, como digo, todo este asunto tiene también un lado romántico que me ha llegado; y pese a que, como digo, no me gusta el planteamiento y estoy en desacuerdo con el fondo (no soy independentista) ayer me sorprendí a mi mismo escribiendo esto:
Demà, quan surti el sol,
serà el primer dia
del nostre esplendor.
Tota la gent catalana
aplegada amb un sol cor.
Amb la senyera com a bandera
esperarem els estels,
que marxi la foscor.
Aquest és el dia
en que tornaran les banderes
a lluir el seu color;
vermelles i grogues,
ensenyes de la terra
que estimem molt.
Ya sé que es bastante malo; pero me ha hecho gracia y, en cierta forma, lo encuentro significativo (al menos para mi), es por eso que lo comparto sometiéndome desde ya a todas las críticas que queráis hacerme.
miércoles, 23 de junio de 2010
Inefable
Los poetas destruyen lo inefable.
pirámides que replican estrellas
(nunca fueron tumba de faraones).
Eso hacen los poetas.
Desde la orilla veo flamear
las velas ondulantes,
la quilla que hace blanco en el azul,
el sol en lo dorado de las cofas.
En esta tarde serena
quisiera que el viento suave me alzara
sobre la arena de la playa,
convertirme en aquél
que las aguas surca sin puerto,
sellar tus labios con un beso.
Eso quisiera mientras leo
lo que escriben los poetas
indolentes, hermosos, solitarios;
dueños de palacios en las montañas,
lejos del suelo por el que me arrastro.
Sacan a los grillos de sus cuevas,
pintan los árboles y los lagos,
escrutan los secretos tras las grietas.
Pena, muerte, dolor, placer y luz.
Las cajas de cartón de los regalos
son desgarradas por su cuchilla,
las cuerdas y sus nudos son rehechos,
descubren los misterios más profundos,
construyen juguetes maravillosos,
deslumbrantes y complejos.
Brillan los poemas como pirámides,
como pirámides originarias,
cubiertas de piedra blanca y pulida;pirámides que replican estrellas
(nunca fueron tumba de faraones).
Eso hacen los poetas.
Desde la orilla veo flamear
las velas ondulantes,
la quilla que hace blanco en el azul,
el sol en lo dorado de las cofas.
En esta tarde serena
quisiera que el viento suave me alzara
sobre la arena de la playa,
convertirme en aquél
que las aguas surca sin puerto,
sellar tus labios con un beso.
Eso quisiera mientras leo
lo que escriben los poetas
indolentes, hermosos, solitarios;
dueños de palacios en las montañas,
lejos del suelo por el que me arrastro.
(Foto de Labeegees Suás)
miércoles, 16 de junio de 2010
En la sombra del haiku
El otro día, Jose Zúñiga nos regaló con una serie de exquisitos haikus. Estos me animaron a escribir lo que sigue. No son haikus lo que aquí pongo, porque, me parece, el haiku no debe rimar y estos sí que riman. Además, el último tiene cuatro versos y dieciocho sílabas, en vez de los tres versos y diecisiete sílabas canónicas; pero -lo reconozco- me gustó el resultado, así que, a falta de que se me ocurra cosas mejores, lo recupero para aquí.
vente del otro lado
del negro mar.
Vente mi amor,
que se detenga ya
este llorar.
Vente mi amor,
que en las olas comienza
a sombrear.
Vente mi amor,
que empiezo ya a dejar
de imaginar
te.
miércoles, 9 de junio de 2010
Críticos
As the reason destroys, the poet must create
Wallace Stevens
Con sus tenazas para el pelo,
con sus tijeras de juguete.
Se acercan y miden la poesía;
la novedad, el interés.
Buscan el mérito, el progreso.
¿Qué progreso, qué novedad?
Se pierden en jardines laberínticos
y mientras,
en el fondo del bosque,
la poesía ríe
y ríe, y ríe, y ríe
en su casa invisible
en medio del aire y la nada.
Se agitan paredes de viento
y suenan voces discordantes.
Vienen y van risueños fantasmas
en calzoncillos.
Una fría sonda fina
se abre camino
a través de corazas,
ropas, reyes, navíos,
jefes y sociedades;
a través de ideas y religiones,
de parques y jardines;
a través de los pactos
y de los compromisos.
Rompe la piel y la carne,
la memoria y la cultura
y llega al hueso,
desnudo, del mono primigenio.
Nosotros.
¡Cuánto artificio necesitamos
para vislumbrar lo inefable!
El mono sentía,
pero no escribía.
Nosotros escribimos
lo que no sentimos;
lo que imaginamos
que sentiríamos
si fuéramos otros,
desconocidos.
Fantasmas en calzoncillos
que nos reflejan.
¡Qué pena los críticos,
que todo lo saben!
Todos los secretos,
toda la impostura,
literatura.
La inteligencia vence al arte,
siempre;
recemos y pidamos ser
un poco tontos.
viernes, 4 de junio de 2010
Sangre
Estaba trabajando y escuchando música del youtube. Por casualidad caí en un fragmento muy conocido de una película y casi automáticamente salió lo que sigue. Prefiero no decir la película ni colgar el vídeo porque me gustaría saber lo que sugiere sin condicionar al lector. Si aquellos que pasen me hacen el favor de decirme si caen en la película (y la música) que están detrás se lo agradeceré.
la poca importancia
que tiene.
Un líquido rojo,
fluye poco a poco.
Llevas la mano al vientre
y es como un pequeño
riachuelo
Refresca la mano
y ves el final.
Sientes como te vas.
Miras abajo,
al precipicio
por el que caerás.
Es extraño,
tu estás inmovil
en medio del caos
de piedras y árboles,
nubes y azules.
Tu amor ya no está,
se borra mientras viene
la oscuridad.
Pronto te llegará
el final.
A Amelia le ha sugerido esta escena (que no es la que yo tenía en la cabeza); y la añado:
viernes, 28 de mayo de 2010
Perdidos
Ya se ha acabado, "Perdidos" tiene un final; un final que a mi, como a muchos otros, me ha parecido maravilloso. A partir de aquí, perpetrar un intento de soneto resultaba casi obligado. Aquí está mi pequeño homenaje a la serie.
En medio de la mar, espuma y olas,
humo negro y estatuas milenarias;
cuando cae la noche, candelarias.
A la mañana toman caracolas
en playas largas, blancas las estolas.
Hogares verdes y arcas funerarias.
Las almas generosas, temerarias,
se buscan y se arropan, mueren solas.
Todos ansiamos esa nuestra isla
del alma desnuda en la tierra fría,
romper la coraza que nos aísla,
encontrar una vida propia, mía;
en la que sea un dios el que legisla
y veamos juntos el fin del día.
en playas largas, blancas las estolas.
Hogares verdes y arcas funerarias.
Las almas generosas, temerarias,
se buscan y se arropan, mueren solas.
Todos ansiamos esa nuestra isla
del alma desnuda en la tierra fría,
romper la coraza que nos aísla,
encontrar una vida propia, mía;
en la que sea un dios el que legisla
y veamos juntos el fin del día.
viernes, 21 de mayo de 2010
Vivir cansa
Lo que sigue lo escribí como comentario a un poema de Jose Zúñiga publicado en su blog el 29 de diciembre de 2009. Es curioso, pero su poema de hoy me lo ha recordado, pese a que el tema del suyo es muy diferente de esto que escribo.
¿Sabes? Uno se cansa
de jugarse la piel
desnuda frente al aire frío y seco;
de la luz cegadora,
del azul de la cima;
de permitir que el viento
azote los cabellos.
Vivir es muy cansado,
mucho.
Huyamos ya del sol,
descansemos, vivamos para adentro;
regocijémonos,
apoyemos nuestra mano
en esta otra mano
que tan bien sabe
lo que vivir nos cansa;
tan solo una rendija permitamos
a ese viejo sol
que fuera nos sonríe,
impertinente.
A lo mejor es que he dormido mal...
sábado, 15 de mayo de 2010
Revolución
Últimamente hay cierta crispación en el ambiente; crispación que, por otra parte, está bastante justificada. Recupero esta entrada de hace seis meses con la intención explícita de motivar a la calma: las revoluciones se sabe cómo empiezan, pero no cómo acaban, y es bueno antes de hacer nada tener un plan. Creo que el momento exige mucha, mucha reflexión, y de esto último nos falta, nos falta bastante. Conviene pensar antes de actuar.
Cuelgan cadáveres de las farolas;
hombres, mujeres; brazos y pies desnudos;
jirones de carne azul bajo la lluvia.
Se hace de noche en la ciudad silenciosa,
devoran las llamas papeles y edificios.
Se cierra el día y las puertas son condenadas.
Quedan francas las casas de los muertos
que cuelgan de lo alto de las farolas,
péndulos sobre vómitos y excrementos.
Ya no son nada,
adornos en las aceras de la ciudad,
ojos de cristal, lenguas de cartón;
hay quien aún les espera con amor,
sin saber que sus manos están atadas,
que una cuerda aprieta su yugular,
que ya no son.
Restos de la ira, trigo molido,
uva macerada en el puño de la masa.
Del causante el cadáver las culpas paga
con ese voltear grotesco y lento
sobre sangre y excrementos.
Bajo la luna callada algunos se acercan y lloran
mientras otros escapan.
Ya nadie se acuerda de quien tensó la cuerda
que en cada farola una persona ahorcó.
Tan solo en esta noche oscura y fría
se aguarda en cada casa, en cada lupanar
que el sol que llegue alumbre
un mundo en libertad.
Un día es lo que tardarán
en descolgar los cadáveres de las farolas
y en sus despachos volverlos a colocar.
lunes, 10 de mayo de 2010
En un tiempo lejano
No sé por qué me ha salido una cosa tan deprimente, justo ahora que le he quitado el negro al fondo del blog... en fin, qué le vamos a hacer, ya escribiré cosas más animadas.
Lentamente metió el alambre
Lentamente metió el alambre
por el oído izquierdo.
Chillaba,
pero acabó saliendo
por el derecho.
Sangre gris sobre el hombro.
No sé por qué,
pero al hacerle esto
se quedó ciego.
Curioso.
Recuerdo muchas cosas más
de aquella noche.
Barra libre. Dijeron.
No había luna,
nos alumbraban los incendios.
Rojo, amarillo, verde.
Había también chicas;
lo intenté pero no podía,
así que maté a una
que suplicaba.
Dolía el brazo
que aguantaba el fusil.
Me fui a dormir.
Soñé
que una mano me acariciaba;
quizás era mi madre.
Me hacía recordar
que en aquel día celebraba
mi aniversario.
Cumplía once años.
Barra libre. Dijeron.
No había luna,
nos alumbraban los incendios.
Rojo, amarillo, verde.
Había también chicas;
lo intenté pero no podía,
así que maté a una
que suplicaba.
Dolía el brazo
que aguantaba el fusil.
Me fui a dormir.
Soñé
que una mano me acariciaba;
quizás era mi madre.
Me hacía recordar
que en aquel día celebraba
mi aniversario.
Cumplía once años.
Eso fue en un tiempo lejano.
Ahora ya ha pasado,
ahora soy normal;
hago colas, saco billete;
bebo cerveza y pago la cuenta,
trabajo.
Me voy de putas de vez en cuando;
pero nunca les pego.
Ahora soy un hombre
de provecho.
Mañana cumplo quince.
He tenido una buena vida,
no me han violado
ni mutilado;
y una vez conocí el amor.
No sé si tengo hijos;
pero ya he visto tanto
que es justo el mundo dejar
a otros que vienen detrás.
La enfermera vendrá,
un poco de morfina
y ya está.
¿Mi edad?
Tú sabrás.
domingo, 2 de mayo de 2010
Mancha de petróleo
Últimamente todo me viene de los demás. De nuevo ha sido una entrada en un blog ("Perplejo" en el blog "Las palabras y los días" de Susana Corullón) la que me ha inspirado este comentario que rescato para aquí:
El silencio aquieta las aguas
como una mancha de petróleo;
se extiende sobre el mar,
llega a la costa,
muerde la arena,
blanca y viscosa;
vuelan gaviotas negras
sobre el océano muerto.
Lástima.
El silencio aquieta las aguas
como una mancha de petróleo;
se extiende sobre el mar,
llega a la costa,
muerde la arena,
blanca y viscosa;
vuelan gaviotas negras
sobre el océano muerto.
Lástima.
martes, 27 de abril de 2010
Labios
Hace unos días en el blog "Diario éxtimo" Lisi publicó una entrada titulada "Lenguas". En ella se encontraban dos hermosas fotos de flores y una pregunta:
"Cuando dijiste: - Ahora que conozco tus labios, quiero conocer tu lengua... - ¿a qué lengua te referías?"
Como contestación a la pregunta se me ocurrió esta breve (y tópica) historia que introduje como comentario en la entrada de "Diario éxtimo". Ahora la cuelgo aquí también. Una cosa buena de los blogs es que uno no tiene preocuparse de lo bueno o malo que sea lo que uno escribe. Simplemente lo cuelga y ya está. Si a alguien le gusta, estupendo; y si no, siempre hay otro blog cerca que seguir mirando.
"... ¿y a qué labios?
Bien sabes los labios que conozco,
princesa y reina, madre y hermana,
amante, fuente, vaso y bebida;
y bien sabes la lengua que ansío,
la que tan bien ocultas y escondes,
secreto de tu origen y hogar,
lengua que tu corazón conforma,
guía del mundo que compartimos,
palabras mudas que me diriges
y que no deberías callar.
Quiero tu lengua, camino al alma
que por derecho me debes dar
esposa amada, mi enamorada.
esposa amada, mi enamorada.
Calla necio,
no quieras mi secreto
tú robar.
Has besado mis labios,
y en mis ojos has visto
el verde de la mar;
Te has bañado en su orilla,
con un escalofrío
la espuma en tu cintura
te ha hecho gozar.
Tras la tercera ola
se extiende el reino
que no puedes hollar.
Si mi lengua te diera
a la mar irías
sin poderlo remediar
y allí morirías
lejos de tu hogar.
¿Y no es muerte el silencio?
No quiero olas ni espuma,
no me sacian tus pechos
ni los húmedos labios
ni la leve cintura
ahora que tus ojos
son puerta de la mar.
Ahora sólo ansío
una palabra tuya,
en esa lengua oscura,
que quieres ocultar.
Sé que cuando la oiga
la vida vendrá
y me dejará.
Por ese instante cambio
esta carne mortal.
Sea pues como quieres.
No es que la canción tenga mucha relación con la historia; pero creo que siempre merece la pena escucharla.
¿Y no es muerte el silencio?
No quiero olas ni espuma,
no me sacian tus pechos
ni los húmedos labios
ni la leve cintura
ahora que tus ojos
son puerta de la mar.
Ahora sólo ansío
una palabra tuya,
en esa lengua oscura,
que quieres ocultar.
Sé que cuando la oiga
la vida vendrá
y me dejará.
Por ese instante cambio
esta carne mortal.
Sea pues como quieres.
Y habló, y dijo palabras que sonaban a cielo, tierra y mar; viento y eternidad. Sones dulcísimos que ningún oído podría soportar. Todo desapareció y quedó tan sólo el mar. El agua le cubrió. Todo acabó."
No es que la canción tenga mucha relación con la historia; pero creo que siempre merece la pena escucharla.
sábado, 24 de abril de 2010
Sant Jordi
En su blog "Jordi Pedret Blog", Jordi Pedret compartió ayer la "Oració a Sant Jordi", de Salvador Espriu (buena iniciativa). Como comentario escribí lo que sigue a continuación, aunque aquí he introducido unos pocos cambios respecto a lo que aparece en el blog de Jordi
el senyor imaginat,
guardià d'aquesta terra
i de la seva gent;
que en aquest temps difícil,
ens conservis el seny;
que tú, i jo, i tots nosaltres
busquem allò que vol
aquell qui està al costat;
deslliura'ns de pensar:
"meva és la veritat".
Salvem la nostra parla
per a fer-la servir.
Copio a continuación el texto de la "Oració a Sant Jordi" de Espriu:
Senyor Sant Jordi,
Patró,
Cavaller sense por.
Guarda'ns sempre
del crim
de la guerra civil.
Allibera'ns dels nostres pecats,
d'avarícia i d'enveja,
del drac
de la ira i de l'odi
entre germans,
de tot altre mal.
Ajuda'ns a merèixer
la pau
i salva la parla
de la gent catalana.
Amén.
domingo, 11 de abril de 2010
Muertos
Todos se van muriendo;
muere uno y desaparecen
diez o quince años de mi vida;
muere otro y se van
tardes despreocupadas al sol,
en la plaza del pueblo,
corro adolescente cantando
las primeras de Sabina.
Todos se van muriendo
para que el mundo se deshaga,
mi mundo.
Ya no soy eterno. Lo fui.
Los muertos me vuelven humano,
temporal, frágil, limitado.
Vuelve la rima sin querer
¿por qué lloro?
En el fondo tu sabes, sé,
que una cueva de tierra húmeda
entre el verde y la lluvia
es tu último hogar.
Igual que una lombriz.
martes, 6 de abril de 2010
Canto de ira y fuego
Una mano pequeña
El silencio en la carpa
vuelve sólido el aire.
Muchos allí trabajan
y casi nada se oye;
tan solo las llamadas
en los móviles vivos,
triste y vacua humorada
entre cientos de muertos.
sangre seca en la cara,
no más mañanas juntos
perreando en la cama.
Muchos años después
aún recuerda aquella blanca mortaja,
de la que es una copia
la que la luz le tapa.
Llevas en ti la muerte
y un recuerdo en el alma.
El dolor es más fuerte,
sientes como te abraza,
casi te reconforta
en esta hora amarga.
Si tus hijos vivieran...
los sientes a tu espalda,
pronto serán reales;
muerte en vida tornada.
Hoy tiemblan los maestros
que a las cinco aguardan
a los que recogen
esta preciosa carga.
¿Alguno no vendrá?
No aguantan las miradas
que los chavales serios
asustados les lanzan.
La estación está cerca,
los pasos no engañan.
Primaveral calor
de la luz en la cara;
fúnebre negra máscara.
Color de la mañana,
que tras ella se oculta,
ven a mi y me regalas
tan solo dos minutos
para ver la muchacha,
perfume penetrante,
que tan suave me habla.
¡Oh, tristes odios imperecederos!
te agarra como ancla;
es tan sólo un recuerdo
en la fría mañana.
Otros recuerdos vienen,
son los que te acompañan
desde aquel otro día,
gris mañana lejana.
Otra mano a lo lejos
que por ti se agitaba;
El asesino azul
tranquilo te aguardaba.
Pero antes las piedras
con sangre han sido untadas.
Él quedó en el camino
y en tu alma su mirada.
Ahora la estás viendo,
aquí, en esta mañana,
definitiva, ardiente,
caótica y extraña.
La sal seca la boca,
la ropa está mojada,
horizonte lejano,
miedo al crujir las tablas.
Regresabas del campo
cuando viste las llamas
cuando oíste los gritos,
tu nombre pronunciaban;
un silbido en el aire
te trajo la desgracia.
Aceptas el periódico
que en el metro regalan
te aprietas contra tantos
que el mismo aire exhalan.
¿Acaso hay diferencias
entre los que para vivir trabajan?
Una mano en el culo,
tragas saliva, pasas.
Los ojos distraídos
se fijan en su cara.
Guapa, morena, pálida.
Le clava la mirada,
ella también le mira,
parece contrariada.
Quiero olvidar su gesto
cuando el café tomaba,
y el sabor de su piel
cuando con él follaba.
Hoy acabo el informe
y hago ya la llamada.
Si estamos a primeros,
otro mes sin la paga,
cogeré los ahorros
para el envío a casa.
Es guapo el tío negro,
lástima que no vaya
por donde yo me muevo;
que baje en mi parada,
le sigo, me lo cruzo,
caída de pestañas.
¿Y el móvil, dónde está?
Como cada mañana
entra en la habitación,
igual que la dejara
el día de desgracia;
el día de desgracia;
bueno, hecha la cama.
La arregló el mismo día
al regresar a casa.
Vio en la mesita el móvil
que entonces olvidara
encendido y abierto;
y que ahora muerto también estaba.
En el Cielo tus hijos
están, a ti te aguardan.
Grita y golpea airado
ante las cajas blancas,
blancas como el metal
del cajón en que viaja.
De pie echa la cuenta
de lo que aún le falta
para acabar el pago
de la pierna moderna
que a su hija regala.
Sabe que allá muy lejos
ella por ella aguarda.
Ahora busca sombra
donde antes jugaba
¿Cuánto dinero cuestan
de un pájaro las alas?
Las manos en los guantes,
todo fluye y encaja,
incluso el traqueteo
con su mente acompasa.
Tranquilo en su palacio
goza de la mañana.
De nuevo han fracasado
los que la paz pactaban.
Superficial artículo,
por algo lo regalan,
luego lo mirará
en...
...y todo estalla.
Sí que es malo el café
del bar de la parada;
pero ella que no tiene
se siente como en casa
entre ruido de trenes
y churros en la barra.
De repente el estruendo
y el mundo que se acaba.
No te puedes mover,
estás petrificada.
El bar es un dibujo
de gente estupefacta.
Tiras del compañero,
hacia el andén avanzas.
Del túnel salir ves
el primer cadáver de la mañana.
Rojo, azul, alarido;
del infierno la entrada.
Tienes que ir, ahí.
Oscuro alrededor,
agua y sangre en la espalda.
Echa en falta su guante,
la mano que guardaba
y el brazo que movía
el mundo en que gozaba.
Fulgores de linternas,
una voz que le llama.
Vio el fuego, oyó la bomba;
la chica se quemaba,
su rostro se fundió;
el fuego rojo avanza
hacia él, indefenso,
la llama ya le mata.
En las piernas temblor,
los hierros ella salta,
la sigues, entras, rezas.De repente el estruendo
y el mundo que se acaba.
No te puedes mover,
estás petrificada.
El bar es un dibujo
de gente estupefacta.
Tiras del compañero,
hacia el andén avanzas.
Del túnel salir ves
el primer cadáver de la mañana.
Rojo, azul, alarido;
del infierno la entrada.
Tienes que ir, ahí.
Oscuro alrededor,
agua y sangre en la espalda.
Echa en falta su guante,
la mano que guardaba
y el brazo que movía
el mundo en que gozaba.
Fulgores de linternas,
una voz que le llama.
Vio el fuego, oyó la bomba;
la chica se quemaba,
su rostro se fundió;
el fuego rojo avanza
hacia él, indefenso,
la llama ya le mata.
En las piernas temblor,
los hierros ella salta,
El silencio en la carpa
vuelve sólido el aire.
Muchos allí trabajan
y casi nada se oye;
tan solo las llamadas
en los móviles vivos,
triste y vacua humorada
entre cientos de muertos.
Ve la sábana blanca,
encima una tarjeta
alguien ya la levanta.
encima una tarjeta
alguien ya la levanta.
Pues sí, ha sucedido
un mundo así se acaba.
Unos ojos cerrados,un mundo así se acaba.
sangre seca en la cara,
no más mañanas juntos
perreando en la cama.
Muchos años después
aún recuerda aquella blanca mortaja,
de la que es una copia
la que la luz le tapa.
Llevas en ti la muerte
y un recuerdo en el alma.
El dolor es más fuerte,
sientes como te abraza,
casi te reconforta
en esta hora amarga.
Si tus hijos vivieran...
los sientes a tu espalda,
pronto serán reales;
muerte en vida tornada.
Hoy tiemblan los maestros
que a las cinco aguardan
a los que recogen
esta preciosa carga.
¿Alguno no vendrá?
No aguantan las miradas
que los chavales serios
asustados les lanzan.
La estación está cerca,
los pasos no engañan.
Primaveral calor
de la luz en la cara;
fúnebre negra máscara.
Color de la mañana,
que tras ella se oculta,
ven a mi y me regalas
tan solo dos minutos
para ver la muchacha,
perfume penetrante,
que tan suave me habla.
¡Oh, tristes odios imperecederos!
sábado, 27 de marzo de 2010
Bancos
Alardean los chicos ante el banco
adornado por muslos recién hechos;
se demora la mirada en los pechos,
se atreven a acercarse con un tranco.
Coquetean con quienes miran franco,
brillan gotas de agua en los helechos
que bien podrían convertirse en lechos
si la fortuna les llevara al blanco.
La tierra palpita a través de ellos,
el Sol y las estrellas se formaron,
crecieron plantas y árboles bellos,
animales y hombres bien gozaron
para que las lenguas sean hoy sellos
que junten los centros de los que amaron.
O también, recogiendo algunas de las sugerencias de Jose Zuñiga,
Alardean los chicos ante el banco
adornado por muslos recién hechos;
se demora la mirada en los pechos,
se atreven a acercarse con un tranco.
Coquetean con quienes miran franco,
brillan gotas de agua en los helechos
que bien podrían convertirse en lechos
si la fortuna les llevara al blanco.
La tierra palpita a través de ellos,
el Sol y las estrellas se formaron,
crecieron plantas y jardines bellos,
animales y humanos bien gozaron
para que las lenguas sean hoy sellos
que junten los centros de los que amaron.
miércoles, 24 de marzo de 2010
Era eso
Sí, era eso; ahora ya lo sé.
Se desparramó el tiempo y el espacio
como chorro de agua, luz de estrellas;
se derramaron
los años incontables
y se sucedieron las explosiones
que alumbraban de las cenizas, soles.
Se fundieron galaxias,
desaparecieron civilizaciones;
nacieron verdes mundos
y se agostaron
transcurridos eones.
Largo fue el preámbulo
de este instante,
centro del universo,
del espacio y el tiempo;
de este momento,
de este patio en penumbra
del olor del jazmín
de la luz bajo la puerta
del beso y el arrumaco.
El cielo negro es dosel
la tierra estrado
el mundo escenario;
el único universo que conozco
tiene aquí, hoy, su centro.
Otro vendrá
para quien esta hora
sea tan solo
un punto en el tiempo,
insignificante,
preámbulo invisible
de su propio centro.
Para él será real,
para mí, tan solo humo,
polvo que cae
domingo, 7 de marzo de 2010
Luna
Yo también he visto
esa luna blanca y fría
espejo de nuestras desdichas.
Yo soy tierra y luna
y sol y estrellas lejanas;
y como todo, no soy nada.
Estas palabras surgieron como comentario al poema "Enfermo", de Susana Corullón, en su blog "Las palabras y los días", blog que vivamente recomiendo.
viernes, 5 de marzo de 2010
Ángel
Si en tu rostro sintieras
la mano helada
de un ángel que del cielo
a la tierra viniera.
Si sus ojos fijara
en tu propia mirada,
la vida y la muerte se confundirían.
La muerte sería esperanza
de una vida más plena;
la vida sería tan solo
polvo en una calle desierta.
martes, 2 de marzo de 2010
Ceniza
No,
no es ceniza
purificada;
ceniza en la llanura bajo el cielo,
soledad.
No es ceniza que se lleva el viento.
No.
No es ceniza esto.
Tierra mojada y sucia,
envuelta en gris,
lluvia
entre el cielo y el fango.
El estiércol alcanza tu tobillo,
te hundes en la mierda
y miras
el aire entre el gris y la llanura.
Luz entre nubes,
sol en el rostro
y no sabes,
no sabes si eres
el que arrastra los bueyes por el lodo
en días sin memoria;
no sabes si eres
un escritor romántico,
cabellos agitados, vientre lleno,
Werther vital;
no sabes si eres
tronco a un fusil pegado, caminando.
No sabes si eres,
si fuiste.
No sabes,
tan solo sientes.
Sientes el peso del aire,
el agua que penetra,
el mundo en que te ensimas;
gris, azul, verde, gris;
agua y niebla, agua y fango;
sólidas vísceras,
rubicundos paisanos;
sudor y mil olores
que ya se te han pegado.
No,
no es de ceniza purificada
esto que escribo.
¡Mierda!
miércoles, 17 de febrero de 2010
Deshacer y ser
Si te pudieras deshacer y ser
¿acaso habría una mayor dicha?
Es el mundo ataúd de la desdicha
que te asola ya antes de nacer,
cuando te destinaron a yacer
lejos de donde reinaba la bicha,
condenado a ser una mera ficha,
pero capaz de todo comprender.
El silencio se extiende en el vacío,
parpadean estrellas solitarias
en la noche creciente. Nada mío
en estas soledades esteparias
anegadas en tu ausencia y el frío,
abandonadas ruinas milenarias.
¿acaso habría una mayor dicha?
Es el mundo ataúd de la desdicha
que te asola ya antes de nacer,
cuando te destinaron a yacer
lejos de donde reinaba la bicha,
condenado a ser una mera ficha,
pero capaz de todo comprender.
El silencio se extiende en el vacío,
parpadean estrellas solitarias
en la noche creciente. Nada mío
en estas soledades esteparias
anegadas en tu ausencia y el frío,
abandonadas ruinas milenarias.
domingo, 14 de febrero de 2010
Último
El cielo es negro;
la tierra, dura
y tú estás solo
con tu desdicha.
El dolor es la vida
en esta noche húmeda,
tan fría.
Sin dolor nada habría.
Sostiene tu dolor
ese pino agitado por el viento,
y nubes desgarradas en el cielo
bajo el azogue del espejo negro.
Hoy no hay luna
ni estrellas.
Quizás mañana brille otro sol;
pero ¿quién lo verá?
si yo,
el último,
no llego a despertar.
jueves, 11 de febrero de 2010
Pasajero ingenuo
Noche de madrugada,
sentado, cobijado.
Suenan palabras mágicas.
"Tripulación";
la voz articulada,
miel y agua lejana.
"cerramos puertas,
armamos rampas".
Luz blanca en la cabina,
se inicia rodadura, traqueteo,
"chaleco salvavidas, en su asiento".
Los mimos blancos, rojos y amarillos;
actúan sin sentido.
"entrando en pista
para el despegue".
Esa aceleración,
ese empujón,
ese disparo.
Ya se eleva el avión,
volamos;
flota el estómago
sentado, cobijado.
Suenan palabras mágicas.
"Tripulación";
la voz articulada,
miel y agua lejana.
"cerramos puertas,
armamos rampas".
Luz blanca en la cabina,
se inicia rodadura, traqueteo,
"chaleco salvavidas, en su asiento".
Los mimos blancos, rojos y amarillos;
actúan sin sentido.
"entrando en pista
para el despegue".
Esa aceleración,
ese empujón,
ese disparo.
Ya se eleva el avión,
volamos;
flota el estómago
la cabeza se va.
Ahora ya no somos
más que un punto cosido en el azul.
Vuela, vuela el avión.
No importa
de dónde viene,
a dónde irá,
lo único que importa
es el azul
del cielo y del mar,
lo único que importa,
¡volar!
más que un punto cosido en el azul.
Vuela, vuela el avión.
No importa
de dónde viene,
a dónde irá,
lo único que importa
es el azul
del cielo y del mar,
lo único que importa,
¡volar!
lunes, 8 de febrero de 2010
En el aeropuerto
I
Madrugada
Silencioso y cálido aeropuerto,
estanque de madera congelado
de tablas y metal entreverado;
cuerpo de hierros hacia el techo abierto,
piernas que soportan el peso muerto
del edificio al cielo consagrado
por donde me arrastro aún destemplado
sin ganas, sin destino o rumbo cierto.
Hastío de los pocos que ocupamos
las sillas grises junto a la salida.
Sabemos que hoy tampoco nos vamos,
que de aquí no es posible nuestra huida.
Es ésta prisión en la que moramos
los necios vencedores de la vida.
II
Desayuno
Verde, rojo y blanco son los colores
que me vacían hoy, en la mañana
aséptica, fría y estéril, vana.
De colonias se mezclan los olores,
del café y del zumo los sabores.
Personas delgadas, comida sana;
miradas que se cruzan con desgana
altivos y elegantes triunfadores.
Quisiera pensar que eres distinta,
un hada, una puerta al mundo real,
de mil aventuras papel y tinta,
singular punto espacio temporal
que en mí romperá el lazo de la cinta
que ata con fuerza el alma mortal.
III
Divers
De libros las pirámides perfectas,
calladas y solemnes, en silencio,
aguardan, esperan ver qué sentencio.
Las dependientas miran circunspectas
mientras hojeo páginas selectas.
Con gesto grave leo y diferencio
entre los autores que reverencio
y las novedades sobre las sectas,
panfletos de gurús y mucho más.
Ofertas que chispean y relucen.
¿Con cuál de estas obras me guiarás?
Imagino tus manos, me conducen
por letras que no leeré jamás;
vuelven los fantasmas, se reproducen.
¿Con cuál de estas obras me guiarás?
Imagino tus manos, me conducen
por letras que no leeré jamás;
vuelven los fantasmas, se reproducen.
viernes, 5 de febrero de 2010
Azul
Si miro dentro de mí,
en mi centro
¿qué veo?
un hueco, un vacío oscuro.
Si miro al vacío,
a ese vacío oscuro
¿qué encuentro?
una caverna, una caverna
donde mi voz se pierde
en ecos reverberantes.
Si exploro la caverna,
la caverna reverberante
¿a dónde llego?
a un pozo, a un pozo profundo.
Si me atreviera a mirar
al fondo del pozo,
en la caverna que hay en el hueco
que se abre en mi centro.
Si mirara
¿qué vería?
Una luz,
una luz primero tenue,
un amanecer,
un nuevo amanecer,
la luz de un nuevo amanecer,
azul.
azul.
lunes, 1 de febrero de 2010
Eterna mortalidad
Mucho ha pasado en el mundo,
mucho ha pasado y no he visto.
Dicen que una vez
hubo faraones,
que hubo constructores
de enormes pirámides;
que hubo guerras violentas
(¿acaso las hay pacíficas?);
una vez hubo un campesino
que cultivaba tierras junto al Nilo
y murió ahogado al volver
una noche a su hogar;
hubo una muchacha
que besó a su novio
y con él se casó;
hubo una vez un sacerdote
que ofrecía sacrificios
a un dios olvidado
en Asia Central.
Hubo un ferrocarril
que descarriló en Santa Clara.
Hubo una mina que se hundió,
hubo un rojo anochecer
calmo y sereno
y un anciano que lo vio
y lloró.
Hubo una vez un mar
que se enrabietó
y un niño junto a la playa
se asustó.
Hubo una vez una emperatriz
que amaba a su criada,
y nunca nadie se enteró.
Hubo un incendio que duró mil años;
eso fue hace tanto tiempo
que nadie lo recuerda
porque nadie había
nacido ya;
tan solo había lluvia, viento, nieve,
relámpagos a veces.
Hubo tantas cosas grandiosas,
tantas cosas pequeñas,
tanto amor, tanta belleza,
tanto dolor, tanta vida
tantas cosas que ni me rozaron.
Habrá tantas cosas, tantas,
cuando yo ya me haya ido,
tantas cosas que me hacen llorar
esta noche, aquí,
al borde del más inmenso mar.
Aquí, donde nos juntamos
tantos dioses desventurados,
soledad contra soledad,
carne con carne virtual;
infinita, eterna mortalidad.
miércoles, 27 de enero de 2010
Magia
Es mágico ese aparato negro,
por eso no podemos ni tocarlo
y se enfadan y gritan al rozarlo.
Si lo cojo quizás me desintegro,
le doy al pulsador y me reintegro.
¡Vaya satisfacción sería usarlo!
Intentar algo más que contemplarlo,
algo más que fingirles que me alegro
cuando aprietan felices el botón
y el temporal de luces y sonidos
invade sin control la habitación.
Entonces nos quedamos bobos, idos.
Comenzamos a ver televisión
los solitarios niños consentidos.
los solitarios niños consentidos.
domingo, 24 de enero de 2010
Piernas y agua
Al agua le han nacido piernas largas.
En un lago; azul, negro, azul y verde,
blanco, amarillo, carne que te pierde.
Ojos en los que veo viejas cargas,
poso de horas duras, muy amargas;
del mundo en el que sólo es quien muerde.
del mundo en el que sólo es quien muerde.
Muerte para el que aquello aún recuerde
y vida para ti, que aquí te embargas;
que aquí contemplas y te admiras toda
de los bosques y de la lluvia recia;
que descansas feliz en tu pagoda,
lejos de la mundana peripecia.
Ojalá sea éste altar de boda
y tumba de ambición soberbia, necia.
que descansas feliz en tu pagoda,
lejos de la mundana peripecia.
Ojalá sea éste altar de boda
y tumba de ambición soberbia, necia.
Y descanso junto a quien te acomoda
miércoles, 20 de enero de 2010
Hermanos
Venid hermanos,
venid todos los abandonados,
los que hemos sido arrojados
a este cielo,
a este verde,
a este campo.
Venid todos como ciegos, llorando;
venid y juntaos,
y ahora comamos,
comamos las viandas
que nos han preparado
los dioses que aquí nos han arrojado.
Comamos y agradezcamos
el cielo y el viento,
el sol y la mar,
el verde y azul,
y este lugar
que nos han prestado
un tiempo tan breve,
tan breve. Si todo
desapareciera
cuando nos fuéramos
¿importaría?
Comamos, hermanos,
y agradezcamos;
y ahora
durmamos.
sábado, 16 de enero de 2010
Grisear
Esa amarga soledad
cuando grisea el azul
fuera del hogar.
Esa amarga soledad
cuando todo se detiene
para contemplar
cómo el día muere.
Talmente parece
que no despertará más.
Esa amarga soledad
cuando un hueco se abre
entre el pecho y el alma
y el aire gris lo llena
de frialdad.
Esa amarga soledad,
esa amarga soledad
nos enterrará.
O también (tomo la idea del comentario de Adelfa):
Esa dulce soledad
cuando grisea el azul
fuera del hogar.
Esa dulce soledad
cuando todo se detiene
para contemplar
cómo el día muere.
Talmente parece
que no despertará más.
Esa dulce soledad
cuando un hueco se abre
entre el pecho y el alma
y el aire gris lo llena
de frialdad.
Esa dulce soledad,
esa dulce soledad
nos enterrará.
jueves, 7 de enero de 2010
Grecia
Para Blanca
Cálmate corazón,
reposa y mira, goza
del azul insondable, hasta el cielo,
del lecho cristalino de la mar.
Amarillo y verde, el viento les mece.
¡Ah! sutil armonía;
de lo alto desciende
una mano invisible que nos cubre
de perfumes y música;
se aquietan nuestros ojos,
se abren los oídos.
Tórnanse transparentes
cuerpos hermosos,
lánguidos en la tarde tremolante,
suaves sexos desnudos,
santos arcángeles inmaculados.
Sentimos cómo late el corazón
y la hierba en la espalda
que nos vuelve uno más
de esta sacra hermandad,
del concilio de los que creen,
de los que han visto un mundo
más allá de la mar.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)