Hace unos días en el blog "Diario éxtimo" Lisi publicó una entrada titulada "Lenguas". En ella se encontraban dos hermosas fotos de flores y una pregunta:
"Cuando dijiste: - Ahora que conozco tus labios, quiero conocer tu lengua... - ¿a qué lengua te referías?"
Como contestación a la pregunta se me ocurrió esta breve (y tópica) historia que introduje como comentario en la entrada de "Diario éxtimo". Ahora la cuelgo aquí también. Una cosa buena de los blogs es que uno no tiene preocuparse de lo bueno o malo que sea lo que uno escribe. Simplemente lo cuelga y ya está. Si a alguien le gusta, estupendo; y si no, siempre hay otro blog cerca que seguir mirando.
"... ¿y a qué labios?
Bien sabes los labios que conozco,
princesa y reina, madre y hermana,
amante, fuente, vaso y bebida;
y bien sabes la lengua que ansío,
la que tan bien ocultas y escondes,
secreto de tu origen y hogar,
lengua que tu corazón conforma,
guía del mundo que compartimos,
palabras mudas que me diriges
y que no deberías callar.
Quiero tu lengua, camino al alma
que por derecho me debes dar
esposa amada, mi enamorada.
esposa amada, mi enamorada.
Calla necio,
no quieras mi secreto
tú robar.
Has besado mis labios,
y en mis ojos has visto
el verde de la mar;
Te has bañado en su orilla,
con un escalofrío
la espuma en tu cintura
te ha hecho gozar.
Tras la tercera ola
se extiende el reino
que no puedes hollar.
Si mi lengua te diera
a la mar irías
sin poderlo remediar
y allí morirías
lejos de tu hogar.
¿Y no es muerte el silencio?
No quiero olas ni espuma,
no me sacian tus pechos
ni los húmedos labios
ni la leve cintura
ahora que tus ojos
son puerta de la mar.
Ahora sólo ansío
una palabra tuya,
en esa lengua oscura,
que quieres ocultar.
Sé que cuando la oiga
la vida vendrá
y me dejará.
Por ese instante cambio
esta carne mortal.
Sea pues como quieres.
No es que la canción tenga mucha relación con la historia; pero creo que siempre merece la pena escucharla.
¿Y no es muerte el silencio?
No quiero olas ni espuma,
no me sacian tus pechos
ni los húmedos labios
ni la leve cintura
ahora que tus ojos
son puerta de la mar.
Ahora sólo ansío
una palabra tuya,
en esa lengua oscura,
que quieres ocultar.
Sé que cuando la oiga
la vida vendrá
y me dejará.
Por ese instante cambio
esta carne mortal.
Sea pues como quieres.
Y habló, y dijo palabras que sonaban a cielo, tierra y mar; viento y eternidad. Sones dulcísimos que ningún oído podría soportar. Todo desapareció y quedó tan sólo el mar. El agua le cubrió. Todo acabó."
No es que la canción tenga mucha relación con la historia; pero creo que siempre merece la pena escucharla.
6 comentarios:
Qué extraños vericuetos tiene esto de la poesía, Rafael. Hoy, y casi a la misma hora, hemos colgado unos poemas que, siendo distintos, transitan por similares caminos de amores encendidos, casi místicos, se envuelven entre amadas, sacrificio, muerte, labios, mar... Y ese final tuyo, ya en prosa, magnífico, donde todo parece extinguirse. Hoy estábamos colgados de la misma rama al colgar el poema.
Abrazo.
Pues sí que hemos coincidido. Es un tema que, creo, a ambos nos gusta, aunque me parece que el tuyo acaba mejor que el mío. El tuyo acaba en luz y el mío en muerte. Y ahora que lo pienso, a lo mejor esto también es significativo. Sobre esto también hemos debatido en ocasiones.
Agradezco tu temprana visita. Me ha hecho mucha ilusión leer tu comentario. Un abrazo.
Me ha encantado que la entrada te inspirase este hermoso poema. Me identifico como esa imagen del amor romántico que reflejas. Como a Zúñiga, me gustaría que acabase bien: c'est la vie... o cést la mort.
Besos.
Hola Lisi, la pregunta que formulabas era un poema en sí misma, lo único que he hecho ha sido seguir el camino que señalabas. Sigue preguntando, por favor. Soy un fan declarado de las preguntas, me gustan más que las respuestas; solamente las respuestas que abren nuevos interrogantes me atraen.
Ya son varias las ocasiones en las que tu blog me ha inspirado. ¡Me vas a tener que cobrar un canon!
Besos para ti.
¡¡pues a mi me ha gustado!! y mucho, pero siempre me gusta tu poesìa. Ademàs, haber "desenterrado" a la maravillosa Joan Baez, pues tambien mrece un 10
mis abrazos
Gracias, Adelfa, por tu cariñoso comentario. Lo cierto es que a Joan Baez casí no le había escuchado nada hasta hace una semana. Desde entonces, y gracias al Spotify, me he ido oyendo casi toda su discografía; y estoy encantado. Esta es una de sus canciones que más me gusta; y la forma en que la canta es maravillosa. He escuchado otras versiones y me quedo siempre con ésta; al igual que sucede con Lily of the west, otra canción que cantada por Joan Baez es una inspiración y que, en cambio, interpretada por otros carece absolutamente de magia. Un abrazo grande.
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