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miércoles, 8 de mayo de 2019

Berlín en mayo (otra vez)


Sale el sol temprano en Berlín
en las mañanas frescas de mayo.
Y aquel día salió aún más temprano.
Me encontré en la calle a un borracho
que, sin vergüenza, me pidió dos marcos.
Se los dí, y más le hubiera dado.
Tenía el corazón abierto,
lleno de esperanza, entregado.
A la noche había llovido
y bajo el sol todo brillaba
limpio, puro, recién fregado.
Entretuve las horas caminando.
Repiqueteaban mis pasos
sobre las baldosas de piedra
en la fría mañana de mayo.
Todo salió como había pensado:
A las once nos encontramos,
comimos con un compañero
y ya a la tarde juntos paseábamos.
Se levantó un poco de viento,
el cielo era ahora gris.
Yo me sentía destemplado.
La acompañé hasta una calle,
la calle que era su calle.
Allí me abrí las venas,
y un chorrito de sangre
me manchó los zapatos.
Pensé por un instante
que en mi alma entraría;
pero ninguna mano
me acarició temblando.
Cuando me quedé solo
supe que ya sabía,
desde el rayo de sol primero,
que aquello pasaría.
Qué ridículo es llevar un paraguas
en una tarde gris de mayo.
La noche venía del este.
El cielo negro devoraba
las calles y mi corazón.
Me senté en mi butaca.
Rodeado de gente
me sentía mejor.
Sólo faltó un espectador,
que era ¡mira por dónde!,
justo el de mi costado.
La ópera se me atragantó.
Me reí del destino
que tan claro dejaba
lo solo que yo estaba.
Hoy he recordado
que fui yo quien compré
aquella entrada junto a mí;
cuando todavía pensaba
que aquel día de mayo
en Berlín sería soleado.

domingo, 24 de abril de 2016

Luz (revisado)

Contemplo tu figura
plena de rojo y azul.
Las pupilas se avivan,
penetran en tu luz.
El mundo se ilumina;
se para a contemplar
y lo haces vibrar.
Césped y viento, hojas y cristales,
las cosas son más reales
si viven en tu luz,
si sólo son reflejo,
de tu puro destello;
si lo único cierto
eres tú.
¿Qué importa que este cálido azul
sea tan solo un eco,
que seas tú un espejo
que refleja la luz,
intensa, fría, cierta,
que, febril, yo te dejo?



La entrada original había sido publicada en el año 2008

miércoles, 1 de abril de 2015

Primavera

Los chicos alardean ante el banco,
de muslos prietos los adornos hechos.
Demoran suave la vista en los pechos.
Se atreven a acercarse con un tranco,
coquetean con quienes miran franco.
De agua las gotas en los helechos
que presto podrían tornarse lechos.
¡Guía fortuna mis pasos al blanco!
Palpita la tierra a través de ellos,
el Sol y las estrellas se formaron,
crecieron plantas y jardines bellos,
animales y humanos bien gozaron
para que ahora sean todos ellos
señal y símbolo de los que amaron.





domingo, 21 de abril de 2013

Restos y lo contrario


Restos

Recuerdo aquel verano, aquel amor
intenso, fuerte, no correspondido.
Siento la llaga de lo no vivido;
por ojos entrevistos, cruel dolor.
Me falta haber sentido su calor,
haberla amado en lecho compartido,
olvidarla tras haberla perdido.
Me falta haber probado su sabor.
Restos suyos quedan en este mar
lleno de palabras huecas, vacías.
¿Podría sus huellas aquí encontrar?
Tal vez disfrute con las poesías
en que llamo a quien deseé besar.

Tan solo son ensoñaciones mías.



Y no resisto la tentación de completar la entrada con un bellísimo poema que es la antítesis de lo que aquí escribo:



domingo, 18 de noviembre de 2012

Homenaje (revisado)


Chirrían los cuchillos de acerados reflejos
en la noche esmeralda del inicial encuentro,
cuando los peregrinos buscan del otro el centro.
¡Ah, sutiles espejos!

Se levantan las olas blancas frente a la playa
de luz centelleante sobre humanos escudos.
Hermosos son los pechos, sexo y sexo desnudos.
La marceleste raya.

Del barro y de la tierra se nutre el alfarero.
Ya le cansa el oficio por los dioses impuesto
y quisiera gritar, proferir un denuesto;
y se lamenta, pero;

si un pétalo pudiera con la yema del dedo,
en la hora temprana, bajo la luz azul
romper con suavidad para abrir el baúl
que guarda el aire quedo.

Se dejaría descansar en paz.




Inspirado por una serie publicada en su día por Rosa Niña Guerrera en Youtube (http://www.youtube.com/user/roma77amor).

sábado, 23 de junio de 2012

Amanecer (revisado)


Un manto negro pálido, rosado
en azul se transforma poco a poco.
Gotas de rocío en el pelo toco,
penetra un gemido purificado,
de los labios el hueco ya cerrado.
Son dioses antiguos los que yo invoco,
son males eternos los que revoco
en el aire puro transfigurado.
Que este primer rayo en la mañana
selle el sacramento de nuestro amor.
Que la claridad sea luz que sana
de olvidos y reproches el ardor
y que al saber la oscuridad cercana
la esperemos juntos y sin temor.

Esto, que intentaba ser un soneto, tiene ya un tiempo. He vuelto a él y cambiado un verso. Creo que así está mejor; pero nunca se sabe

sábado, 26 de noviembre de 2011

Abismos


Más allá de la piel se abren abismos
donde se mezclan lo tuyo y lo mío,
lo que se ha imaginado y lo vivido;
la fuente secreta de la que nace
un solo instante,
la eternidad.

martes, 6 de septiembre de 2011

Bufandas

Detesto las bufandas,
detesto los fulares,
detesto los pañuelos palestinos.
Detesto todo lo que se retuerce
y rodea los cuellos,
y cae desvaído
sobre los pechos vacíos.
Superfluos los adornos
que tapan lo que importa.
Yo quiero un cuello desnudo. Y altivo,
sin temor a la soga, a la cuchilla,
al viento, al frío, al paso de los años.
Yo quiero un cuello esbelto.
Tu cuello
es lo que quiero.





martes, 30 de agosto de 2011

Diosa

Cuando finalmente, oh diosa, te dignes a visitarme
encontrarás las puertas cerradas
los muros cubiertos de escarcha.
Tan sólo el vaho responderá a tu aliento.
El hielo será tu compañero.
Yo, entretanto, te esperaré, inmóvil,
con el corazón en la mano,
latiendo

viernes, 27 de mayo de 2011

Río

Recuerdo tu mano
junto a la mía 
en el río.
Recuerdo el aire frío,
recuerdo el bosque
y las nubes.
Recuerdo la roca
en la que apoyaba
mi espalda
torturada.
Recuerdo aquella tarde
y tus ojos.
Recuerdo tus mejillas,
tus negros cabellos.
Recuerdo tu pierna
blanca,
casi la tocaba.
Mil veces he muerto
desde aquel día.
Mil veces he disfrazado
aquel momento.
Mil veces he buscado
el río el bosque, las nubes
y el cielo.
Mil veces he llorado
sin motivo.
Hoy lo escribo,
algo me ha recordado
que estuve vivo.

viernes, 18 de marzo de 2011

Ciénaga

Ayer leí un poema de Susana Corullón que me gustó mucho, "Pequeña muerte". Luego me puse a escribir lo que sigue, que no tiene ninguna relación con lo que ella escribió; y sin embargo al final el título de su poema sirvió para rematar lo mío. Es de justicia reconocer su influencia.


Barra de hierro frío,
negro brazo rígido,
trozo de madera,
destellos apagados
al otro lado de la carretera.
Un peso sobre el hombro
te sepulta en la ciénaga.
En el cielo azul
brillan las estrellas;
la vista nublada
y los destellos fríos
al otro lado de la carretera.
La vida está hecha
de mil muertes pequeñas.

jueves, 17 de marzo de 2011

Don Juan

Esto lo escribí hace tiempo como comentario en facebook (y creo que también en el blog de Jose Zúñiga, "Tiempo a destiempo"). Era por Todos los Santos y el Don Juan era un "trend topic" en el que yo no pude evitar caer también...

Daréis gracias al Cielo
si mujer encontráis
que el daño que habéis hecho
os quiera perdonar.
Si tal bondad halláis
...los ojos llorarán,
la boca temblará
presa de una emoción
que nada igualará.
El amor de una mujer
es gracia que Dios regala
y tan sólo un malvado
ese don despreciará.
Una mano descansa en vuestra mano,
un corazón que late junto a vos
 los ojos que se fijan en los vuestros.
Habéis de ser leal como un hermano,
entregado como el dios del amor,
humilde esclavo frente a su señor.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Batalla

El campo de batalla
desierto va quedando;
brilla el sol de la tarde
sobre la hierba
y los escudos
maltrechos;
la brisa entre los árboles cercanos.
Ni tú ni yo
hemos sobrevivido
a la batalla
inexistente.

miércoles, 16 de junio de 2010

En la sombra del haiku


El otro día, Jose Zúñiga nos regaló con una serie de exquisitos haikus. Estos me animaron a escribir lo que sigue. No son haikus lo que aquí pongo, porque, me parece, el haiku no debe rimar y estos sí que riman. Además, el último tiene cuatro versos y dieciocho sílabas, en vez de los tres versos y diecisiete sílabas canónicas; pero -lo reconozco- me gustó el resultado, así que, a falta de que se me ocurra cosas mejores, lo recupero para aquí.


Vente mi amor,
vente del otro lado
del negro mar.

Vente mi amor,
que se detenga ya
este llorar.

Vente mi amor,
que en las olas comienza
a sombrear.

Vente mi amor,
que empiezo ya a dejar
de imaginar
te.

martes, 27 de abril de 2010

Labios

Hace unos días en el blog "Diario éxtimo" Lisi publicó una entrada titulada "Lenguas". En ella se encontraban dos hermosas fotos de flores y una pregunta:

"Cuando dijiste: - Ahora que conozco tus labios, quiero conocer tu lengua... - ¿a qué lengua te referías?"

Como contestación a la pregunta se me ocurrió esta breve (y tópica) historia que introduje como comentario en la entrada de "Diario éxtimo". Ahora la cuelgo aquí también. Una cosa buena de los blogs es que uno no tiene preocuparse de lo bueno o malo que sea lo que uno escribe. Simplemente lo cuelga y ya está. Si a alguien le gusta, estupendo; y si no, siempre hay otro blog cerca que seguir mirando.




"... ¿y a qué labios?

Bien sabes los labios que conozco,
princesa y reina, madre y hermana,
amante, fuente, vaso y bebida;
y bien sabes la lengua que ansío,
la que tan bien ocultas y escondes,
secreto de tu origen y hogar,
lengua que tu corazón conforma,
guía del mundo que compartimos,
palabras mudas que me diriges
y que no deberías callar.
Quiero tu lengua, camino al alma
que por derecho me debes dar
esposa amada, mi enamorada.

Calla necio,
no quieras mi secreto
tú robar.
Has besado mis labios,
y en mis ojos has visto
el verde de la mar;
Te has bañado en su orilla,
con un escalofrío
la espuma en tu cintura
te ha hecho gozar.
Tras la tercera ola
se extiende el reino
que no puedes hollar.
Si mi lengua te diera
a la mar irías
sin poderlo remediar
y allí morirías
lejos de tu hogar.

¿Y no es muerte el silencio?
No quiero olas ni espuma,
no me sacian tus pechos
ni los húmedos labios
ni la leve cintura
ahora que tus ojos
son puerta de la mar.
Ahora sólo ansío
una palabra tuya,
en esa lengua oscura,
que quieres ocultar.
Sé que cuando la oiga
la vida vendrá
y me dejará.
Por ese instante cambio
esta carne mortal.

Sea pues como quieres.

Y habló, y dijo palabras que sonaban a cielo, tierra y mar; viento y eternidad. Sones dulcísimos que ningún oído podría soportar. Todo desapareció y quedó tan sólo el mar. El agua le cubrió. Todo acabó."



No es que la canción tenga mucha relación con la historia; pero creo que siempre merece la pena escucharla.





sábado, 27 de marzo de 2010

Bancos

Alardean los chicos ante el banco
adornado por muslos recién hechos;
se demora la mirada en los pechos,
se atreven a acercarse con un tranco.
Coquetean con quienes miran franco,
brillan gotas de agua en los helechos
que bien podrían convertirse en lechos
si la fortuna les llevara al blanco.
La tierra palpita a través de ellos,
el Sol y las estrellas se formaron,
crecieron plantas y árboles bellos,
animales y hombres bien gozaron
para que las lenguas sean hoy sellos
que junten los centros de los que amaron.

O también, recogiendo algunas de las sugerencias de Jose Zuñiga,

Alardean los chicos ante el banco
adornado por muslos recién hechos;
se demora la mirada en los pechos,
se atreven a acercarse con un tranco.
Coquetean con quienes miran franco,
brillan gotas de agua en los helechos
que bien podrían convertirse en lechos
si la fortuna les llevara al blanco.
La tierra palpita a través de ellos,
el Sol y las estrellas se formaron,
crecieron plantas y jardines bellos,
animales y humanos bien gozaron
para que las lenguas sean hoy sellos
que junten los centros de los que amaron.

miércoles, 30 de diciembre de 2009

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Amor indiferente

La amistad del amado mueve al llanto
de quien ni fuerzas tiene para odiar
a quien bien quisiera poder amar
igual que ama a Dios un mártir santo.
Con leve sonrisa responde al canto
de quien la vida podría entregar
por unos labios altivos besar
que puerta son del luminoso manto.
Si amor te profesa el indiferente,
y aun así quieres mostrarle amistad,
hazlo; pero has de tener muy presente
que lo que entiendes como gran bondad
es herida que marcará su frente,
siniestra semilla de la maldad.

La amistad del amado mueve al llanto
de quien ni fuerzas tiene para odiar
a quien quisieras tú poder amar
igual que ama a Dios un mártir santo.
Con leve sonrisa responde al canto
de quien la vida podría entregar
por unos labios altivos besar
que puerta son del luminoso manto.
Si amor te profesa el indiferente,
y quieres mostrarle tierna amistad,
hazlo; pero guarda siempre presente
que lo que entiendes como gran bondad
es herida que marcará su frente,
siniestra semilla de la maldad.



De nuevo aquí me ha inspirado una entrada del blog de lisi, en concreto, punto de mira y espejos.


sábado, 5 de diciembre de 2009

Bar

El calor del amor en un bar...
siempre esperando el momento
de decir: vámonos ya.
Los ojos turbios de humo y pasión,
la garganta en carne viva ya está;
ansías el momento en que a este beso
otro beso más hondo seguirá;
te molesta el sudor en las axilas,
de la noche el peso sobre los ojos.
Ves cómo los ojos de ella brillan,
y te animas a decirle bajito
"En mi casa la última podemos tomar".
Allí, piel contra piel recordarás
la primera mirada en aquel bar
y sonreirás.

En evidente homenaje a Gabinete Caligari, y a Lisi, en cuyo blog colgué esto como comentario hace un tiempo.

viernes, 10 de julio de 2009

Pareja

Mi mujer me quiere
y yo la quiero.
Lento, suave, la exploro
hace diez años ya.
Aguas claras y densas
que aguardan que me sumerja
cada día un poco más.