en mi centro
¿qué veo?
un hueco, un vacío oscuro.
Si miro al vacío,
a ese vacío oscuro
¿qué encuentro?
una caverna, una caverna
donde mi voz se pierde
en ecos reverberantes.
Si exploro la caverna,
la caverna reverberante
¿a dónde llego?
a un pozo, a un pozo profundo.
Si me atreviera a mirar
al fondo del pozo,
en la caverna que hay en el hueco
que se abre en mi centro.
Si mirara
¿qué vería?
Una luz,
una luz primero tenue,
un amanecer,
un nuevo amanecer,
la luz de un nuevo amanecer,
azul.
azul.
8 comentarios:
Precioso.
Si nos atrevieramos a mirarnos mas a fondo,quizás nos sorprenderíamos de nosotros mismos.
Elena.
No podía mantenerme al margen, es la primera vez que me cambian el color del nombre.
El vacío, la caverna, el pozo y hasta el amanecer se le quedan pequeños a tu centro.
Siempre un placer.
Un abrazo.
Hubiera sido una decepción que te hubieras quedado al margen. De hecho, cuando escribía luz de un nuevo amanecer me vino a la cabeza el nombre de tu primer blog; aunque aquí el amanecer salió azul. Me gusta que lo hayas apreciado.
Un abrazo.
Gracias Elena. Gusto verte aquí. Mirarnos al fondo, quizás no haya viaje más misterioso.
Un abrazo.
Me encanta ese final donde se percibe la esperanza...
Abrazos...
Hola Adelfa, ¿me crees si te digo que me acordé de ti? Al igual que me sucede con Aurora, con Jose Zuñiga, con Socorro y con otros que me voy encontrando en la blogosfera, es mucho lo que me enriquezco con lo que te leo, tanto en tu blog como en los comentarios que dejas en los míos.
Un abrazo.
deberíamos exteriorizar la luz que todos llevamos dentro..
Sí, Rosa, pero a veces cuesta hasta encontrarla. Una vez que la encuentras supongo que exteriorizarla debe ser casi natural
Gracias por pasarte y comentar. Un abrazo.
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