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martes, 31 de enero de 2012

Madrid


Es gris Madrid,
de un gris funcionario,
de un gris gabardina sin lluvia,
de un gris cabizbajo, humillado.
El gris de Madrid tiñe las calles
y los árboles, y los parques.
Madrid es una ciudad vencida,
enterrada en el aire gris,
polvo sobre una tumba en el desierto
castellano.
Es Madrid una ciudad triste,
en el centro de la nada.
Es Madrid una ciudad que sufre
en calles que van
del palacio a la chabola
por la puerta, la cuesta, la plaza cerrada.
Es Madrid ciudad de penitentes,
de peregrinos circulares,
de aspirantes noqueados.
Es Madrid ciudad de muerte,
ensangrentada,
despojos y poderosos.
Es Madrid ciudad terrible
en la que ríen quienes mueren
o matan o hieren.
Es Madrid ciudad cerrada, alejada;
ciudad sin campo, sin verde;
ciudad criada que se ve señora.
Es Madrid ciudad hermana,
espejo de tantos que somos
sin saberlo
vencidos y enterrados,
tristes derrotados
encerrados en ciudades grises,
centros desde los que contemplamos
nuestra inmensa nada.