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viernes, 2 de mayo de 2025

No more

Lips are still wet,
light in the eyes.
Air comes and goes
-soft flutter in each breath-,
skin and flesh in place,
belly and throat,
feet ready to walk.
All you know,
all you have loved;
sad and sweet memories,
that now you evoke,
fragile bonds,
about to be undone.
Disdain and piercing chill.
Looking for a presence,
where does absolute love lie?
A few more steps,
the sound of a heart,
a still-beating heart.
Cold breeze on the face,
eyes become mirrors
for the grey vastness.
In just a moment,
all will disappear.
Trembling legs,
no room for doubt or refusal;
pride, the last to fall.
A final glance
before the dark.
A flying bird, a sound,
a world that will remain.
A shiver follows the thought:
a steel blade coming down,
no more.



miércoles, 10 de mayo de 2023

Nieve

He querido contar
cuántas veces la nieve ha descendido
hasta cubrir el gris de vuestras tumbas.
Cuántas veces la lluvia ha golpeado
vuestros nombres en piedra bajo cruces
sencillas como casas de inocentes.
He querido contar
días, vidas, encuentros, alegrías.
He querido contar las oraciones,
besos, riñas, desdichas.
Lo que cuentas no muere. Lo que recuerdas vive.
No quiero vuestra muerte,
no quiero vuestra entrega y sacrificio.
No. No la quiero.
No quiero esas nubes invernales,
esos árboles de ramas desnudas,
esos setos rojizos.
No. No los quiero.
No quiero un cielo denso de cemento,
un suelo mortecino,
hierba cortada y seca,
el jardinero que fuma a escondidas
un poco más allá de las cruces sencillas.
Una vida intranscendente, perdida,
olvidada de principios y honores,
de serios compromisos.
Olvidada de ese sol postrero a la tarde
cuya luz te roza el rostro un instante,
como si Dios acercara sus labios
a tu mejilla, a tus ojos y frente.
Esa luz es una vida,
la vida que dejas por esta tumba,
las ramas de abeto sobre la piedra,
el seto rojizo, la cruz sencilla.
¡Devuélveme a la vida tú que me amas!
Déjame disfrutar una vez más
del tibio sol de febrero,
una larga mañana de domingo,
el olor del jazmín en el verano,
el aire de las cumbres en la cara.
Tú que me amas, sácame de la tumba,
devuélveme a la vida que perdí.
...
Tú que me amas, ¡ayúdame!
Dame fuerza en el último momento
para ver más allá de nuestras muertes
el mundo que mis amigos tendrán,
las ramas de abeto, la cruz sencilla,
el seto rojizo, la piedra gris,
la calma y la felicidad de muchos,
tranquilidad serena, risas, paz.
Tú que me amas, extiéndeme la mano,
no me dejes partir en soledad.
Tú que me amas, que no muera el recuerdo.
Siéntate a nuestra vera,
cuenta los copos de nieve que caen
sobre los nombres grabados en piedra,
ten paciencia y mira cómo la lluvia
se desliza y moja la tierra negra.
Reza las oraciones que aún sepas.
Imagina las vidas que entregamos.
Cuenta, cuenta.





 

martes, 15 de marzo de 2022



En la noche la brisa
suave mueve un mechón de tus cabellos.
Indolente se mece sin que alcances
a domarlo, ni siquiera a rozarlo.
Tu cabeza erguida, mirada al frente,
rodilla en tierra, piernas separadas.
Las manos a la espalda, las muñecas
ligadas y los puños apretados.
Vence el fuego a la negra oscuridad,
de la batalla el ruido, a la vigilia;
el orgullo y la rabia, a de la muerte
el infantil temor.
Breve es el momento que aún te queda,
poco el aire que tu pecho tendrá.
Tus ojos buscan un postrer fulgor,
Un rostro amigo, la luz de la luna,
la sombra en el suelo de la palmera.
Se agita tu corazón, te golpea.
En la carne penetra el cruel machete,
fuego y estrellas giran sin control.
Cae la cabeza sobre la arena,
todo acabó.






domingo, 28 de noviembre de 2021

Caer

Caer y levantarse,
sabiendo que al final
la última batalla
sin duda acabará
con tu cuerpo en el suelo,
los ojos ya sin vida,
el corazón vacío,
manos quietas y frías
y en el rostro feliz
una triste sonrisa




sábado, 9 de octubre de 2021

Cuando

Cuando otros vean brillar esas hojas al sol de la tarde
y al salir del coche cierren la chaqueta frente al viento suave;
Cuando la brisa agite pañuelos y cabellos,
el suelo arda y queme zapatos y recuerdos.
Cuando acudan presurosos entre otros compromisos
para abrazar al amigo, para cumplir con el deudo.
Cuando miren el reloj con un gesto de fastidio
y no presten atención a ojos y bocas secos.
Ahí, en ese momento que ahora imaginas,
en el blanco edificio junto a la carretera
entre coches y ruido, lánguidas miradas y piernas esbeltas,
alejado ya de penas y obras, del dolor y el premio.
Tan solo unas flores esparcidas,
un pañuelo de papel olvidado,
café y migajas de magdalenas.
El vacío en el centro de la sala,
con suerte alguien que llora,
el olvido, el final.



martes, 15 de diciembre de 2020

Traspaso

Un traje nuevo, funerario.
Estrellas vespertinas en el rostro.
Abrazo tierno y ya lejano.
Aquí, allá están entremezclados.
Rompen olas en la madera
cae espesa sobre nosotros
espuma de recuerdos, años.
Florecen las palabras,
la hierba sobre el mármol.
Fresco en la tarde, cielo encapotado.
Unas fechas en la piedra
es todo lo que, con tiempo, 
de una vida ha quedado.


jueves, 7 de mayo de 2020

Ausencia

En la reunión que hemos celebrado

ha salido tu nombre.
Lo cierto es que no hablábamos de ti.
Tratábamos tu plaza.
La plaza que ocupabas.
Ahí oímos tu nombre.
Había que cambiar algunos planes,
algunas previsiones.
Han de modificarse
ciertas convocatorias.
Tareas burocráticas,
concursos y baremos,
tribunales y docencia asignada.
Otro debe dar mañana tus clases.
Los alumnos no cambian,
seguirán aprendiendo,
aunque sea ya con otro maestro.
Se hizo una referencia breve,
corto agitarse de ojos y manos.
Fue tan solo un momento.
Con la vista nublada
y el corazón latiendo
volvimos a las tablas y a las cifras.
Así pasa una vida,
Esta es la huella que deja,
Leve temblor en el aire,
sombra sobre la pantalla,
fulgor de palabras en nuestro pasado,
debates encendidos
como sol en la tarde.
Comidas y cafés,
mano amiga que descansa en mi brazo
- éste es mi recuerdo-
en morosos paseos.
Nada de eso es ya.
Un nombre que pronto se borrará,
que ya comienza a desaparecer.
Cuerpo que se acumula junto a miles
en salones oscuros y vacíos.
Ataúdes de pino
e interminables listas,
cifras, ecuaciones, curvas, tangentes.
Risas, caricias, deseos y juegos.
Solemne el funeral
que antecede a la nada.
Lloramos lo perdido,
pero los muertos,
los muertos...
¡qué solos estuvieron nuestros muertos!


martes, 29 de octubre de 2013

En la noche de Todos los Santos (otra vez)

Húmedos los labios, brillo en los ojos.
Leve aleteo al respirar.
Piel y carne en su lugar,
vientre y garganta, manos;
pies para caminar.
Saberes, esfuerzos, recuerdos...
Ahora los vuelve a invocar,
frágiles vínculos
que a punto está de desligar.
Abandono y frialdad.
Búsqueda de una presencia.
Amor total
¿dónde estará?
Un paso más.
Aún
siente el corazón palpitar,
el frío en el rostro,
el reflejo en sus ojos
de la gris inmensidad.
En unos instantes,
ya nada habrá.
Tiemblan las piernas,
no puede vacilar.
El orgullo será
lo último que morirá;
una postrera mirada,
y la oscuridad.
Un aleteo, un sonido
en el mundo que seguirá.
Un escalofrío al imaginar
el filo de acero bajando,
el final.







Esta es la primera entrada de este blog y también una de las primeras de "El jardín de las hipótesis inconclusas". Hace un año la revisé mínimamente (El final) y ahora, en esta semana de difuntos, he vuelto a ella.



viernes, 23 de marzo de 2012

Melancolía

En un instante,
no sabes bien por qué,
el mundo es otro.
Te toca lo inefable.
Ves las cosas que son.
Pasan campos nevados
que ya no pisarás.
Inútiles se agitan
rostros y pechos
en los que tu cabeza
ya no descansará.
Ansías una mano,
una caricia,
el calor de un abrazo,
la noche, la mañana,
atardecer.
Ansías cosas
que no serán
y sin embargo
una gran paz
te rodea y conforta.
Todo lo que es
puede ser observado,
Todo lo que hay
está esperando.
Solo pudes mirar,
pero no importa ya.
Casi todo ha concluido
y así ha de ser
en el preludio
al no ser.
Pero no aún,
que cristalina
la vida fulge
hermosa y deseable,
con un brillo postrero
violeta y lento.
Justo en el límite
todo lo ves.
Por un momento
sabes qué es
no ser.








domingo, 19 de febrero de 2012

El final

Húmedos los labios,
brillo en los ojos.
Leve aleteo al respirar.
Piel y carne en su lugar,
vientre y garganta,
manos, y pies para caminar.
Esfuerzos y saberes,
recuerdos tristes y bellos
que ahora torna a invocar,
frágiles vínculos
que está a punto de desligar.
Abandono y frialdad.
Búsqueda de una presencia.
El amor total
¿dónde estará?
Unos pasos más.
Aún siente el corazón palpitar,
el frío en el rostro,
el reflejo en sus ojos
de la gris inmensidad.
En unos instantes,
todo desaparecerá.
Tiemblan las piernas,
no puede vacilar.
El orgullo, lo último que morirá;
una postrera mirada,
y la oscuridad.
Un aleteo, un sonido
en el mundo que seguirá.
Un escalofrío al imaginar
el filo de acero bajando,
el final.

Esta es la primera entrada de este blog y también una de las primeras de "El jardín de las hipótesis inconclusas". He cambiado tan solo un par de cosillas respecto a aquélla.



lunes, 13 de abril de 2009

Amor y muerte

¿Qué metáfora se esconde en la muerte?
¿Existiría luz si no hubiera oscuridad?
¿Sabríamos que es de día sin la noche pasar?
Y sin embargo la vida...
en realidad nunca la podemos testar.
Cuando nos durmamos
ya no podremos despertar
y con gozo renovado
de la vida disfrutar.
Mientras vivimos
del dolor de una ausencia
no podemos gozar.
Cuando por amor morimos
en realidad lo que decimos
es que por amor vivimos
más allá de lo que se puede contar.
Cuando decimos que el amor nos mata,
que el amor con fuerza nos hace gozar
es lo que en verdad sentimos
y queremos expresar.
Alguno hubo que en serio se lo tomó
y por amor murió.
En su último aliento
seguro que sintió
el frío y el silencio,
la soledad;
la angustia y el llanto
al pensar
que el mundo dejaba
para la Nada abrazar.




domingo, 22 de febrero de 2009

Coloso

Se levanta el coloso no vencido;
ni lamento ni queja en él se encierra;
la rodilla que, fuerte, hinca en tierra
de elevarle es capaz con un chasquido.
Está de pie el guerrero y un aullido
avisa al mundo. ¡Vamos a la guerra!
Ya brilla el cielo de una a otra sierra;
contempla con ternura aquel latido
que la madre natura les regala
como beso enlutado a los poetas.
De una sonrisa el cielo hace gala
y la luz atraviesa altas grietas.
De la ira olvidado, ve la bala.
Sabe ahora que somos marionetas.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Tranquilidad

¡Si en esa última tarde pudiera
el mar mirar con tranquilidad!
como el que con alma clara espera
al final un amigo encontrar.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Toro

Muere el toro en la plaza
mirando al torero.
Sus miradas se cruzan
en el postrer momento. 
"Entonces dime, cruel, 
¿no fue por cortejarme
tu lento devaneo?"
El matador escupe
saliva y sangre seca
envuelto en silencio.
De nuevo ha matado
tras haber amado
y se odia por ello. 
Arrastran al toro, 
ojos abiertos, 
corazón frío. 
Muerto.

Estas palabras surgieron como comentario al poema de Lita Gómez "Lidia", que leí en su blog "Duendeadictos" de La Comunidad de El País. He intentado recuperarlo para, con el permiso de la autora, reproducirlo aquí; pero no lo he encontrado. Lástima, porque estaba muy bien.
19 de mayo de 2010
He encontrado el poema de Lita Gómez, lo recupero para la entrada
Se inundaron mi ojos tristemente llore en compañía soledades mi corazón se tornaba tempestades y derrame mis ojos como fuentes el discutir... ¡¡ya ves!! era frecuente no nos cambio ni besos ni señales ni época del año ni las edades que todo se moría fatalmente no tuve ni respiro, ni consuelo mi casa se tornaba ya sombría sin luz me pareció el claro día y por callar, ni hablaba con el cielo me hundi en un pozo , un agujero sin saber cual seria el desenlace mientras tu, vida ,en la sombra paces yo fui el toro , tu el torero Mis bramidos , sonaban ¡¡humor fiero!! mis heridas quemaban ¡¡la ira nace!! tu, con tu capote me deshace yo, fiel al poderoso ganadero yo fiera brava , hambrienta sin gustarme lo crudo del asunto estando viva , me sentía difunto y mi amor... con tu espada ya sangrienta se rendia a tus pies ¿y el duelo es justo?

lunes, 13 de octubre de 2008

sábado, 20 de septiembre de 2008

Mar

Si dejaras que el mar los pies te bese,
que se empapen tus muslos de sal y olas,
que se llene tu vientre de amapolas
y que el agua tu pecho sumergiese;
si nadaras a donde nada hubiese,
donde habitan las almas que están solas
y lucen a la noche agrias farolas;
si el rostro un beso helado recibiese
y el frío del océano quemara
la piel que envuelve el corazón durmiente;
si algún día tal cosa te pasara,
y sólo te encontraras, impotente;
abre los ojos para ver la cara
del que en la mar nos mata, complaciente.






martes, 15 de abril de 2008

Tarde

Cuando se estrene la última tarde
¿qué libro leeré?
Cuando se ponga el último sol
¿qué recuerdo evocaré?
Cuando comience la última noche
¿qué temor me vencerá?
Cuando la sombra invada mi casa
¿en qué cuarto me hallaré?
Cuando mi mano busque otra mano
¿qué mano encontraré?


miércoles, 27 de febrero de 2008

Mañana

Todavía el mundo es joven - pensaba.
Los milenios -destellos- se han consumido,
desde aquel soplo de brisa sobre el trigo,
aquella caricia en el rostro y en el alma,
la despedida en aquel partir incierto.
La muerte, entretanto, serena, esperaba,
aguardando el encuentro entre filo y cuello,
dejándose peinar por el suave viento
y gozando de la sombra del ciruelo;
deseando enrojecer el rojo fruto
con sangre, tibia y espesa, de un guerrero;
presta, también, para ceder la guadaña,
que segará la vida de quien escucha,
tranquilo y descuidado, soplar el viento,
suave, sobre el campo de trigo, sereno.



En la noche de Todos los Santos

Húmedos los labios,
brillo en los ojos.
Leve aleteo al respirar.
Piel y carne en su lugar,
vientre y garganta,
manos, y pies para caminar.
Saberes y esfuerzos
Bellos y tristes recuerdos
que ahora torna a invocar,
frágiles vínculos
que está a punto de desligar.
Abandono y frialdad.
Búsqueda de una presencia.
El amor total ¿dónde estará?
Unos pasos más.
Aún siente el corazón palpitar,
el frío en el rostro,
el reflejo en sus ojos
de la gris inmensidad.
En unos instantes,
todo desaparecerá.
Tiemblan las piernas,
no puede vacilar.
El orgullo, lo último que morirá;
una última mirada,
y la oscuridad.
Un aleteo, un sonido
en el mundo que seguirá.
Un escalofrío al imaginar
el filo de acero bajando,
el final.