Entrada destacada

Libre

jueves, 17 de julio de 2008

Esmeralda

El sentimiento viene en un instante:
fresco olor en la tarde de verano,
luz excelsa de un perfume cercano,
corriente interna, fría y penetrante.
Hondo placer y dolor lacerante.
En el pecho herido hundes la mano,
con rabia buscas anhelado arcano
mientras te apaga la llaga sangrante.
Rozar deseas la fría esmeralda
cuyo brillo sospechas en el centro.
Suave, exangüe, la vida ya se salda;
pero tienes fuerzas y miras dentro,
contemplas de estrellas una guirnalda
mientras viene la muerte para adentro.