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viernes, 24 de septiembre de 2010

A un gol

En la tarde, el silencio;
cien mil las bocas mudas
sólo un momento.
Sube el balón
a todo ajeno.
Ya no hay jugadores,
todos son espectadores
de cómo baja un balón
caído del cielo.
Un bote, dos;
rueda y cruza la raya;
antes de la red se para.
Y nadie grita
porque están
boquiabiertos,
serenos.
Gol.



Creo que esto lo puse como comentario a una entrada de Jose Zuñiga durante el Mundial.

4 comentarios:

Jose Zúñiga dijo...

Pues a mí no me suena, pero lo repasaré. Raro que no me suene, porque es muy bueno. El instante congelado, la irracional revuelta colectiva, la ansiedad, formalmente estructurado como debe ser (a mi entender).
Un golazo, vaya.
Abrazo

Anónimo dijo...

y boquiabiertos quedaron
cuando España les ganò
y del mundo entero el grito
unànime fue de.....goooooollll


besos

Rafael Arenas García dijo...

Gracias Jose. Lo que comentas es lo que quería transmitir. La idea me vino de un gol que vi durante el Mundial. España jugaba contra Chile, Torres corría con el balón hacia la portería chilena. Sale el portero fuera del área para cortar la jugada, le quita el balón a Torres pero el rechace le cae a Villa, que estaba casi en el medio campo, cerca del lateral, y sin pensárselo tira a puerta. En ese momento no había ningún jugador que pudiera llegar a tapar la portería. Todos se quedaron mirando si el balón entraba o no. Me pareció extraño que el partido se parara de aquella manera. Todo el mundo estuvo concentrado durante unos segundos únicamente en el vuelo del balón. Esto es lo que quería transmitir. Estupendo si lo he conseguido. Un abrazo.

Rafael Arenas García dijo...

Ja, ja, Adelfa. Gracias. Bueno, México también jugó bien, creo que mereció más suerte en el Mundial; y en la final sí que creo que es cierto que, tal como jugó Holanda, casi todo el mundo prefería que ganara España. El gol de Iniesta en la final merecería un tratamiento especial, quizás algún día llegue.
Besos, amiga.