no es ceniza
purificada;
ceniza en la llanura bajo el cielo,
soledad.
No es ceniza que se lleva el viento.
No.
No es ceniza esto.
Tierra mojada y sucia,
envuelta en gris,
lluvia
entre el cielo y el fango.
El estiércol alcanza tu tobillo,
te hundes en la mierda
y miras
el aire entre el gris y la llanura.
Luz entre nubes,
sol en el rostro
y no sabes,
no sabes si eres
el que arrastra los bueyes por el lodo
en días sin memoria;
no sabes si eres
un escritor romántico,
cabellos agitados, vientre lleno,
Werther vital;
no sabes si eres
tronco a un fusil pegado, caminando.
No sabes si eres,
si fuiste.
No sabes,
tan solo sientes.
Sientes el peso del aire,
el agua que penetra,
el mundo en que te ensimas;
gris, azul, verde, gris;
agua y niebla, agua y fango;
sólidas vísceras,
rubicundos paisanos;
sudor y mil olores
que ya se te han pegado.
No,
no es de ceniza purificada
esto que escribo.
¡Mierda!
4 comentarios:
Yo pienso que este poema, por cierto muy bien estructurado y con un ritmo dinámico, encierra toda una poética...
Pero no estoy de acuerdo con el último verso: una cosa es que no sea ceniza purificada, o que tú lo creas y otra...
Besos. Soco
Gracias Soco. Lo de que encierra una poética es mucho decir, pero te lo agradezco. La última palabra es más una interjección que otra cosa, pero reconozco que me gusta jugar con la ambigüedad.
Besos.
bueno lo de " Werther vital "
Hola Rosa, gracias; cuando se me ocurrió lo de Werther vital la cosa cambió completamente. Gracias por pasarte y comentar.
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