sábado, 5 de septiembre de 2015
Agua
El grifo abierto,
la gotas de agua sobre la piedra
saltan, chispean.
Rebosa ya la cuenca
y se derrama sobre suelo y mármol.
Sigue y fluye.
Cae el agua sobre el agua, te llena.
No basta el pecho para contener
agitación, latido,
el músculo esencial.
¡Ah el amor!
¡Gira la llave!
O no podrás secar
la sal, la sangre, el agua
que resbalan, penetran tu cabeza.
Todo tú no podrá
evitar que tan solo otro sea
que deslizándose bajo los sauces
hacia el mar
va.
jueves, 27 de agosto de 2015
Baile
Un baile en la tarde ligera, fresca.
Violines que a tu mano bajan, callan,
suben y estallan.
Pulsaciones y ritmo, corazón.
Vuelan las faldas, se doblan rodillas,
manos que se entrelazan y separan.
Vibran las alamedas bajo sones
en los paseos al atardecer.
Un hombre, una mujer.
Tu cuerpo desnudo crucificado,
clavado en la noche por las estrellas.
Tu pecho agitado mientras aguarda
la lanza que quiebre tu carne abierta.
Se concentra el mundo en ese temblor
que espera la mano extraña que asciende
o desciende, gira sobre el vergel,
se detiene y obra
el milagro, el placer.
Amanece el día que no tendrá
ya atardecer.
Se levanta el sol por última vez.
Mañana otra música será
La que te acompañe
hasta el final.
¡Escribe lo que has vivido!
Y sueña
que algo, quizás, permanecerá.
martes, 2 de junio de 2015
Verdad velada
Ayer colgaba Montse García en su muro de facebook esta fascinante imagen:
Es una escultura de Antonio Corradini conocida como "Verdad velada".
No pude evitar intentar un soneto que hoy he pulido mínimamente y que ahora comparto
¿Son de piedra esas telas y pechos?
¿Fue mano la que talló la mirada
que leve apenas parece velada?
¿Fue hombre quien vida dio a tales hechos?
Yace la hermosa bajo altos techos
para la vida eterna preparada,
belleza en el mármol gris congelada,
perfume de rocío en los helechos.
Sutil aquel que de piedra creó
imagen de la natura y deseo.
Creció la carne, la sangre corrió
y el cincel labró lo que ahora veo.
Dejadme que disfrute a quien murió
para que a sus pies imploremos: ¡creo!
domingo, 17 de mayo de 2015
Palmira
Es la tarde,
las ruinas de Palmira
destellarían bajo las estrellas.
Pero no hay ruinas, ya no las hay.
Gota a gota, la sangre desciende por los muslos,
crece y se embalsa
hasta llenar subterráneas ciénagas,
colmarlas y ascender
hacia la oscuridad primordial.
Sal con agua y rubíes,
brillan en el cielo las gotas suspendidas
y caen como lluvia
sobre el solar
que fue una ciudad.
En las calles de Palmira también
hubo dolor y sangre insatisfecha
como ahora la hay.
Envuelven los cadáveres en mantos
que deambulan cubiertos de polvo,
arrancados los ojos,
cerrados los labios, manos segadas,
mundo amputado,
el crimen ancestral.
El dolor es mudo y crece,
crece sobre tierras, sobre ciudades;
se dilata el dolor sólido
que no nos llega.
Un niño muerto al lado del camino
no es ya nada en el mundo...
Pero su padre ¡ay su padre!
Odiará y el dolor
al cielo de rubíes llegará;
desgarrará,
romperá nuestros oídos
en silencio mortal.
Ese desgarro nos hará mirar
las niñas torturadas,
las mujeres cegadas,
los niños enterrados.
Ese día entenderemos
que las ruinas de Palmira
no valen el clítoris de la niña
que indefensa suplica,
mientras una madre,
impotente y vencida,
entre lágrimas grita
la pérdida del gozo que su hija
no podrá ya soñar.
¡Oh, tristes odios imperecederos!
las ruinas de Palmira
destellarían bajo las estrellas.
Pero no hay ruinas, ya no las hay.
Gota a gota, la sangre desciende por los muslos,
crece y se embalsa
hasta llenar subterráneas ciénagas,
colmarlas y ascender
hacia la oscuridad primordial.
Sal con agua y rubíes,
brillan en el cielo las gotas suspendidas
y caen como lluvia
sobre el solar
que fue una ciudad.
En las calles de Palmira también
hubo dolor y sangre insatisfecha
como ahora la hay.
Envuelven los cadáveres en mantos
que deambulan cubiertos de polvo,
arrancados los ojos,
cerrados los labios, manos segadas,
mundo amputado,
el crimen ancestral.
El dolor es mudo y crece,
crece sobre tierras, sobre ciudades;
se dilata el dolor sólido
que no nos llega.
Un niño muerto al lado del camino
no es ya nada en el mundo...
Pero su padre ¡ay su padre!
Odiará y el dolor
al cielo de rubíes llegará;
desgarrará,
romperá nuestros oídos
en silencio mortal.
Ese desgarro nos hará mirar
las niñas torturadas,
las mujeres cegadas,
los niños enterrados.
Ese día entenderemos
que las ruinas de Palmira
no valen el clítoris de la niña
que indefensa suplica,
mientras una madre,
impotente y vencida,
entre lágrimas grita
la pérdida del gozo que su hija
no podrá ya soñar.
¡Oh, tristes odios imperecederos!
(Fotografía Fernando López)
miércoles, 13 de mayo de 2015
Childhood
To see
who's going
to see it, is almost
seeing
what's going to be
when -night and dark sea-
no more you'll be.
Your trace lost,
your forgotten name,
somebody who sees
and won't know
that her face was sought
by a dead soul
when he still was
flesh and joy.
who's going
to see it, is almost
seeing
what's going to be
when -night and dark sea-
no more you'll be.
Your trace lost,
your forgotten name,
somebody who sees
and won't know
that her face was sought
by a dead soul
when he still was
flesh and joy.
miércoles, 6 de mayo de 2015
Abierto
La casa abierta
no existe ya, se mezcla con el aire.
Cimbrean las paredes bajo el sol,
descubre la luz rincones secretos.
Desaparece la casa en la tarde
y ya todo es afuera,
natural y sin tiempo.
Respiro verde y azul,
me someto al fulgor.
Abríllase la piel
perdida de su oscuridad mortal.
Vuelve el latido espeso de la sangre,
entórnanse los párpados,
aquiétase el calor,
reposan las palabras
que dan sentido al mundo.
Habitación cerrada en la penumbra,
apenas yo.
Demasiado evidente
no existe ya, se mezcla con el aire.
Cimbrean las paredes bajo el sol,
descubre la luz rincones secretos.
Desaparece la casa en la tarde
y ya todo es afuera,
natural y sin tiempo.
Respiro verde y azul,
me someto al fulgor.
Abríllase la piel
perdida de su oscuridad mortal.
Vuelve el latido espeso de la sangre,
entórnanse los párpados,
aquiétase el calor,
reposan las palabras
que dan sentido al mundo.
Habitación cerrada en la penumbra,
apenas yo.
Demasiado evidente
domingo, 19 de abril de 2015
miércoles, 1 de abril de 2015
Primavera
Los chicos alardean ante el banco,
de muslos prietos los adornos hechos.
Demoran suave la vista en los pechos.
Se atreven a acercarse con un tranco,
coquetean con quienes miran franco.
De agua las gotas en los helechos
que presto podrían tornarse lechos.
¡Guía fortuna mis pasos al blanco!
Palpita la tierra a través de ellos,
el Sol y las estrellas se formaron,
crecieron plantas y jardines bellos,
animales y humanos bien gozaron
para que ahora sean todos ellos
señal y símbolo de los que amaron.
de muslos prietos los adornos hechos.
Demoran suave la vista en los pechos.
Se atreven a acercarse con un tranco,
coquetean con quienes miran franco.
De agua las gotas en los helechos
que presto podrían tornarse lechos.
¡Guía fortuna mis pasos al blanco!
Palpita la tierra a través de ellos,
el Sol y las estrellas se formaron,
crecieron plantas y jardines bellos,
animales y humanos bien gozaron
para que ahora sean todos ellos
señal y símbolo de los que amaron.
sábado, 7 de marzo de 2015
lunes, 23 de febrero de 2015
miércoles, 18 de febrero de 2015
Poemas infantiles
Antes de perderlos, recojo tres poemas de Cecilia, inventados en el año 2008, cuando acababa de cumplir cinco años.
Los pájaros vuelan,
los barcos navegan,
las semillas crecen,
los árboles florecen.
La naturaleza es tan bonita
como si fuera una margarita.
¡Oh dulce tristeza!
¿por qué eres tan inmensa?
miércoles, 28 de enero de 2015
Recuerdo
quebraron sus huesos,
uno a uno
segaron sus dedos.
Su cuerpo muerto arrojaron
en algún lugar olvidado.
Nos prohibieron su recuerdo.
Me he rebelado
y conservo una foto
que a escondidas beso.
Ayer me la quitaron.
Me arrancaron los ojos,
me cortaron las manos.
Esto que dicto,
en la noche será quemado.
Con mi último aliento os digo:
vencerán
y en el olvido nos enterrarán.
¡Recordad!
viernes, 16 de enero de 2015
Nazarí
De nazarís limpio casas;
en camas y lavabos
adivino blancos cuerpos desnudos,
relámpagos, la noche, madrugada,
restos de disimulada inmundicia.
¿Acaso su existencia no me roza?
¿Sus vidas en la mía no penetran?
De nazarís limpia casas
y adivino que adivina
heridas y batallas;
entre lavandas y perfumes,
disimuladas impurezas
Son nuestras vidas ásperas secantes,
jarrones que el agua mezclan.
A borbotones o con sutileza,
entre lánguidas flores
o sobre el azul del hielo
salvajes se cruzan y juntan
prístinas y carnales existencias.
en camas y lavabos
adivino blancos cuerpos desnudos,
relámpagos, la noche, madrugada,
restos de disimulada inmundicia.
¿Acaso su existencia no me roza?
¿Sus vidas en la mía no penetran?
De nazarís limpia casas
y adivino que adivina
heridas y batallas;
entre lavandas y perfumes,
disimuladas impurezas
Son nuestras vidas ásperas secantes,
jarrones que el agua mezclan.
A borbotones o con sutileza,
entre lánguidas flores
o sobre el azul del hielo
salvajes se cruzan y juntan
prístinas y carnales existencias.
(Pintura de Varo)
domingo, 4 de enero de 2015
Alelí
Quizás en frases secas
y acartonadas
halle quien sepa buscar
las gotas que caen de los tejados
y ensordecen la tarde de alelíes
y acartonadas
halle quien sepa buscar
las gotas que caen de los tejados
y ensordecen la tarde de alelíes
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