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miércoles, 27 de enero de 2010

Magia

Es mágico ese aparato negro,
por eso no podemos ni tocarlo
y se enfadan y gritan al rozarlo.
Si lo cojo quizás me desintegro,
le doy al pulsador y me reintegro.
¡Vaya satisfacción sería usarlo!
Intentar algo más que contemplarlo,
algo más que fingirles que me alegro
cuando aprietan felices el botón
y el temporal de luces y sonidos
invade sin control la habitación.
Entonces nos quedamos bobos, idos.
Comenzamos a ver televisión
los solitarios niños consentidos.

domingo, 24 de enero de 2010

Piernas y agua

Al agua le han nacido piernas largas.
En un lago; azul, negro, azul y verde,
blanco, amarillo, carne que te pierde.
Ojos en los que veo viejas cargas,
poso de horas duras, muy amargas;
del mundo en el que sólo es quien muerde.
Muerte para el que aquello aún recuerde
y vida para ti, que aquí te embargas;
que aquí contemplas y te admiras toda
de los bosques y de la lluvia recia;
que descansas feliz en tu pagoda,
lejos de la mundana peripecia.
Ojalá sea éste altar de boda
y tumba de ambición soberbia, necia.

Y descanso junto a quien te acomoda

miércoles, 20 de enero de 2010

Hermanos

Venid hermanos,
venid todos los abandonados,
los que hemos sido arrojados
a este cielo,
a este verde,
a este campo.
Venid todos como ciegos, llorando;
venid y juntaos,
y ahora comamos,
comamos las viandas
que nos han preparado
los dioses que aquí nos han arrojado.
Comamos y agradezcamos
el cielo y el viento,
el sol y la mar,
el verde y azul,
y este lugar
que nos han prestado
un tiempo tan breve,
tan breve. Si todo
desapareciera
cuando nos fuéramos
¿importaría?
Comamos, hermanos,
y agradezcamos;
y ahora
durmamos.

sábado, 16 de enero de 2010

Grisear

Esa amarga soledad
cuando grisea el azul
fuera del hogar.
Esa amarga soledad
cuando todo se detiene
para contemplar
cómo el día muere.
Talmente parece
que no despertará más.
Esa amarga soledad
cuando un hueco se abre
entre el pecho y el alma
y el aire gris lo llena
de frialdad.
Esa amarga soledad,
esa amarga soledad
nos enterrará.

O también (tomo la idea del comentario de Adelfa):

Esa dulce soledad
cuando grisea el azul
fuera del hogar.
Esa dulce soledad
cuando todo se detiene
para contemplar
cómo el día muere.
Talmente parece
que no despertará más.
Esa dulce soledad
cuando un hueco se abre
entre el pecho y el alma
y el aire gris lo llena
de frialdad.
Esa dulce soledad,
esa dulce soledad
nos enterrará.


jueves, 7 de enero de 2010

Grecia



Para Blanca



Cálmate corazón,
reposa y mira, goza
del azul insondable, hasta el cielo,
del lecho cristalino de la mar.
Amarillo y verde, el viento les mece.
¡Ah! sutil armonía;
de lo alto desciende
una mano invisible que nos cubre
de perfumes y música;
se aquietan nuestros ojos,
se abren los oídos.
Tórnanse transparentes
cuerpos hermosos,
lánguidos en la tarde tremolante,
suaves sexos desnudos,
santos arcángeles inmaculados.
Sentimos cómo late el corazón
y la hierba en la espalda
que nos vuelve uno más
de esta sacra hermandad,
del concilio de los que creen,
de los que han visto un mundo
más allá de la mar.