No todas las causas son nobles,
no todas las luchas loables.
No siempre los buenos prevalen
ni se agostan las flores repugnantes.
La derrota genera compasión,
Caen las lágrimas ante el vencido,
se enturbia el alma frente al campeón.
Que los ojos del humillado
olvidar no te hagan
a quien él humilló,
Que piedad no adelante
de la lucha el final.
Que la justicia impere
antes de que la lástima
pueda en ti entrar
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