En la reunión que hemos celebrado
ha salido tu nombre.
Lo cierto es que no hablábamos de ti.
Tratábamos tu plaza.
La plaza que ocupabas.
Ahí oímos tu nombre.
Había que cambiar algunos planes,
algunas previsiones.
Han de modificarse
ciertas convocatorias.
Tareas burocráticas,
concursos y baremos,
tribunales y docencia asignada.
Otro debe dar mañana tus clases.
Los alumnos no cambian,
seguirán aprendiendo,
aunque sea ya con otro maestro.
Se hizo una referencia breve,
corto agitarse de ojos y manos.
Fue tan solo un momento.
Con la vista nublada
y el corazón latiendo
volvimos a las tablas y a las cifras.
Así pasa una vida,
Esta es la huella que deja,
Leve temblor en el aire,
sombra sobre la pantalla,
fulgor de palabras en nuestro pasado,
debates encendidos
como sol en la tarde.
Comidas y cafés,
mano amiga que descansa en mi brazo
- éste es mi recuerdo-
en morosos paseos.
Nada de eso es ya.
Un nombre que pronto se borrará,
que ya comienza a desaparecer.
Cuerpo que se acumula junto a miles
en salones oscuros y vacíos.
Ataúdes de pino
e interminables listas,
cifras, ecuaciones, curvas, tangentes.
Risas, caricias, deseos y juegos.
Solemne el funeral
que antecede a la nada.
Lloramos lo perdido,
pero los muertos,
los muertos...
¡qué solos estuvieron nuestros muertos!
Lo cierto es que no hablábamos de ti.
Tratábamos tu plaza.
La plaza que ocupabas.
Ahí oímos tu nombre.
Había que cambiar algunos planes,
algunas previsiones.
Han de modificarse
ciertas convocatorias.
Tareas burocráticas,
concursos y baremos,
tribunales y docencia asignada.
Otro debe dar mañana tus clases.
Los alumnos no cambian,
seguirán aprendiendo,
aunque sea ya con otro maestro.
Se hizo una referencia breve,
corto agitarse de ojos y manos.
Fue tan solo un momento.
Con la vista nublada
y el corazón latiendo
volvimos a las tablas y a las cifras.
Así pasa una vida,
Esta es la huella que deja,
Leve temblor en el aire,
sombra sobre la pantalla,
fulgor de palabras en nuestro pasado,
debates encendidos
como sol en la tarde.
Comidas y cafés,
mano amiga que descansa en mi brazo
- éste es mi recuerdo-
en morosos paseos.
Nada de eso es ya.
Un nombre que pronto se borrará,
que ya comienza a desaparecer.
Cuerpo que se acumula junto a miles
en salones oscuros y vacíos.
Ataúdes de pino
e interminables listas,
cifras, ecuaciones, curvas, tangentes.
Risas, caricias, deseos y juegos.
Solemne el funeral
que antecede a la nada.
Lloramos lo perdido,
pero los muertos,
los muertos...
¡qué solos estuvieron nuestros muertos!