Rojo, verde,
negro y blanco
colores de una bandera;
de la bandera que miran
extasiados
quienes bajo el cielo gris,
con el fusil en la mano,
confían en el milagro.
Bandera que ilumina
vidas de tantos
que en la pradera aguardan
la luz que les regalan
palabras engendradas
con dientes, sangre y manos;
palabras que se entregan
al aire y a los vientos,
que vuelan y penetran
los oídos atentos
y los corazones desamparados.
Gozan pese al fusil entre las manos
porque ahora comprenden
el gris del cielo,
el verde de los campos,
el blanco de la carne,
el negro de la muerte
y el rojo de los labios.
Esto surgió como comentario hace tiempo en el facebook de Eugenia Rico. Ahora, viendo por casualidad estos vídeos lo he recordado.