Hace un par de años estuve, por primera vez en mi vida, en un mitin. Hacía poco que me había aficionado a escribir y no pude resistir la tentación de intentar componer un soneto que reflejara la impresión que me causo aquella experiencia. Ahora que se están celebrando los de final de campaña de las autónomicas de Cataluña me apetece recuperar lo que escribí entonces.
Rojo mar en estanque contenido
se agita, vibra y también enmudece,
te arrastra, te empuja, y suave te mece.
Oyes palabras huecas, sin sentido,
pero no importa, sientes el latido,
poderoso, del gentío que crece,
grita y se calla, parezca que rece.
Música, discursos, ¡qué colorido!
Juntos se sientan el intelectual,
el pensionista, y el dueño del bar,
escuchan, se emocionan por igual.
¿Qué es lo que les trae a este lugar?
En el fondo, un atávico ritual,
el clan, reunido, antes de cazar