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domingo, 18 de agosto de 2024

Deshacer y ser (otra vez)




Si te pudieras deshacer y ser,
¿no sería la más sublime dicha?
Es el mundo ataúd de la desdicha
que te llena de espanto en el nacer,
cuando te destinaron a yacer
lejos de los dominios de la bicha;
hombre condenado a ejercer de ficha,
pero capaz de todo comprender.
Se prolonga el silencio en el vacío,
parpadean estrellas solitarias.
En la noche creciente, nada mío.
Se extienden las llanuras esteparias
por tu ausencia anegadas, por el frío.
Abandonadas ruinas milenarias.


La primera versión de este intento de soneto es del año 2010 (puede consultarse aquí). El texto era así:


Y volví sobre él dos años más tarde (aquí está el enlace).


Ayer volvía a él; pero, en realidad, porque quería que acompañara como texto el dibujo que inicia la entrada. Es decir, lo que me interesaba era más el dibujo que el poema.
Al compartirlo, sin embargo, un usuario de X, Bellator Philologus. Ut Phoenix renascens! tuvo la amabilidad de hacerme algunos comentarios.


Tiene razón, por supuesto, en lo de la falta de ritmo de algunos versos. Desde el primer intento en el año 2010 no he podido superar esa falta de ritmo que, como comenta, estropea la lectura.
Siguiendo su consejo, he modificado alguna cosa para intentar mejorarlo; y como no hay muchas oportunidades de comentar estas cosas, aprovecho para explicar algunas de las decisiones que he tomado (escribir es, sobre todo, acertar en lo que se desecha).
En principio, la rima no plantea problemas. Es un intento de soneto con rima consonante ABBA ABBA CDC DCD.

Pero, claro, la musicalidad necesita otros dos elementos: la longitud del verso (lo que Bellator llama "isosilabismo") y la ubicación de los acentos.

En lo que se refiere a la longitud de los versos, lo primero que hay que aclarar es que, tratándose de un soneto, los versos han de ser de once sílabas (endecasílabos); pero es preciso tener en cuenta que, por lo general, en los versos, si una palabra acaba en vocal y la siguiente empieza también con vocal, se unen a la otra formando una sola sílaba a efectos métricos. En la versión del año 2012, por ejemplo, no hay duda -creo- de que en el segundo verso "acaso" y "habría" se unen; de manera que las sílabas de las dos palabras serían como sigue:
a-ca-soha-brí-a (cinco, y no seis como resultaría de contar a-ca-so-ha-brí-a).

El problema es que esta unión entre dos palabras (sinalefa) no se da siempre; y según se lea puede haberla o no. Por ejemplo, para algunos podría haberla, en el mismo verso, entre "habría" y "una"; pero para otros, no; ya que en "una", el acento recae en la primera sílaba y eso imposibilitaría la sinalefa. En la versión del año 2012 también se podría plantear la duda en el decimocuarto verso "Mira estas", ya que "estas" también está acentuada en la sílaba que debería unirse con la palabra anterior.
Lo que he hecho en relación a este tema es eliminar aquellas sinalefas que podrían resultar ambiguas; aunque he mantenido otras que me gusta cómo suenan ("por tu ausencia anegadas, por el frío", en el penúltimo verso, donde hay dos que unen "ausencia" tanto con la palabra que la precede como la que la sucede: "tuausenciaangadas").

Y está el tema de los acentos; que es importantísimo. En los sonetos lo más "clásico" (hasta donde yo sé) es acentuar en la sexta sílaba. Ese acento en sexta le da al soneto un ritmo muy especial y reconocible.

No quiere decir lo anterior que no sean posibles otras acentuaciones. Bellator, por ejemplo, desaconseja la acentuación en quinta. Sin embargo, a mí me sale muy natural poner acentos en la quinta sílaba y no me desagrada el resultado. Podría ser porque soy asturiano, y, quizás no por casualidad, el endecasílabo acentuado en quinta se denomina "galaico antiguo".

En el soneto que he arreglado, el ritmo de acentos queda así:

Verso        Acentos
1                4-8-10
2                3-(6)-8-10
3                3-6-10
4                3-6-10
5                1-6-10
6                1-6-10
7                1-5-8-10
8                1-4-6-10
9                3-6-10
10              3-6-10
11              3-6-(8)-10
12              2-6-10
13              3-6-10
14              4-6-10

La acentuación varía. Y, de hecho, podría matizarse, porque los acentos que pongo entre paréntesis podrían ser más débiles que el resto.
Quería que el primer verso fuera diferente al resto, que sonara distinto. Por eso en ese verso el primer acento va en la cuarta sílaba y en los tres siguientes ese primer acento va en la tercera. A continuación, cuatro versos con acento en primera. Luego, tres versos con acento en tercera, para acabar con una progresión de tres versos, en el que el primero (el decimosegundo) tiene el primer acento en la segunda sílaba; el siguiente, en la tercera; y el tercero y último, en la cuarta.
Con estas variaciones se pretende adecuar el ritmo al contenido. El primer verso es una introducción, los siguientes desarrollan un argumento (los que tienen el primer acento en tercera), para, de ahí, pasar a una fase más "dura" (los versos con acento en primera sílaba). El cambio de acento en los versos noveno a decimonónica primero coinciden con un cambio en la perspectiva. De la queja, se pasa a la descripción, para acabar, como se ha adelantado, con una especie de "extensión", marcada por el progresivo alejamiento de los acentos del comienzo del verso.
En el séptimo verso he mantenido una acentuación en quinta. Como digo, me sale muy natural y en este caso quería que ese verso se diferenciara del resto. Está a la mitad y traslada, quizás, la queja más radical de todo el soneto. Soy consciente de que el rimo cambia tanto respecto a lo que le precede como a lo que le sucede, pero está buscado. Intenté otros versos ahí con acentuación en sexta -como todos los demás, excepto el primero-, pero no me convencían. A veces (siempre) hay que dejarse guiar por el oído; aunque, por supuesto, lo que oye uno puede no coincidir con lo que oye otro; y el criterio del autor vale lo mismo que el de cualquiera de los lectores.

En fin, de nuevo muchas gracias Bellator por su comentario, que me ha dado ocasión para volver sobre este soneto.

viernes, 21 de junio de 2024

Frases inacabadas

“Nunca acabas las frases".
Sonríe, calla, mira.

Recuerdas el momento refulgente
de girar la portada misteriosa,
de aproximar el rostro al lomo grueso,
de permitir que el olor de las páginas
te llenara casi completamente.
Recuerdas el temblor ante el comienzo
de una historia que se extendía lenta,
que incluía viajes y encuentros, pérdidas,
idiomas extraños, guerra y la paz.
Una historia que cubría la tierra,
desde las montañas hasta la mar,
desde el hielo a los bosques tropicales
del fuego inicial al frío estelar.
Una historia en la que cabían todos,
en la que habría amores y rivales,
alegría, instantes de soledad.
Una historia perfecta,
una novela de aventuras, épica,
el relato de un viaje y del regreso,
cansado y feliz, de nuevo al hogar.
Un extenso poema consonante,
espléndido, sin encabalgamientos
que destrocen el ritmo
de la dulce declamación.

La yema del dedo roza la hoja,
breve, afilada.
Vuelves sobre los primeros capítulos,
los lees otra vez,
inicio de la novela ideal.
Te ves como te ven,
tal vez como te gustaría ser.
Quizás lo que entre tus manos se agita,
lo que devoras, imaginas, sueñas,
lo que te sumerge en la soledad;
quizás eso no sea
el cruce de personajes y tramas,
la sucesión de brillantes anécdotas,
una casa repleta de detalles,
descripción rigurosa de una gota
de lluvia que lentamente desciende
por las piedras de un castillo asolado,
el tormento lento y cruel del esclavo,
doncellas arrodilladas que imploran
del inocente el final del suplicio,
la historia de la mujer que en un día
hace y deshace su entera existencia
un caballero hidalgo y su fiel criado,
la familia feliz de un desgraciado.

Tal vez, quizás.
Cuando pasas las páginas
ves líneas vacías, sentencias inconexas,
los renglones cortados que usan los poetas.
Quizás es nuestra vida
-la tuya, la suya, también la mía-
empresas fracasadas, pensamientos fallidos,
vueltas a comenzar.
No hay clímax ni descanso al terminar,
no todo tiene, necesariamente,
un sentido o propósito.
No hay premios ni castigos,
azar sin fin, papeles en el viento.
Leve luz de atardecer en la playa,
una mirada de complicidad,
deambular por la ciudad sin nombre,
imaginar las vidas de las gentes,
romper los planes, llorar y esperar.
Mayonesa que se corta, un tornillo
que no termina de ajustar.
Un concierto infantil,
una mano que te roza al azar.
Labios cerrados, instantes fallidos
que no han de mejorar.

Te ves como te ven,
viajero apretándose en el andén,
en el número secreto un minúsculo
y triste decimal.
No son nuestras vidas largas novelas
con solemne final.
Muy al contrario,
es nuestra existencia abrupto poema
de versos desiguales,
carentes de rima o entonación.
La habitación pequeña y aseada;
para ver la calle, una ventana.
"Como verá, la puerta es muy estrecha;
ni puesto en pie cabría un ataúd".
Risa seca por la torpe ocurrencia.
Andar bajo el sol y en la oscuridad.
"Ese árbol, ¿cómo es que ya no está?"
"¿No había una mercería, un bar?"
Una pelota que sale rodando,
chirrido de frenos, lloros y flores;
un susto, nada más.
El sol en la tarde, la brisa, el mar.
Un vestido que ya nadie usará.
La fábrica, el hogar.

Son nuestras vidas
frases inacabadas
por las que no debemos dar las gracias
ni perdón suplicar.



lunes, 22 de abril de 2024

Nogal

Los que agitan el nogal,
los que recogen las nueces,
las hojas que al suelo caen
y ya no se vuelven a levantar. 
Las cubre la ceniza del olvido;
pronto, quizás, la duda, un negro estigma,
la mancha de la culpabilidad.
Tantos que murieron y que se fueron,
tantos enterrados bajo la sombra
de ese oscuro, seco y viejo nogal.
Tantos que ya no ven del mar la espuma,
del bosque el verde, del cielo las nubes.
Tantos.
Calles y parques de otra ciudad,
recuerdos que acaban junto a la muerte,
la sábana, lluvia en el funeral.
Los que agitan el árbol,
los que toman la fruta,
los que aplastan las hojas,
los que entierran los sueños,
los que olvidan; peor,
los que saben, recuerdan y pretenden
que las hojas caídas menos valen
que el poder y las prebendas actuales.
Quienes tengan recuerdos, que los cuenten,
quienes guarden memoria, que nos hablen.
Que nos griten las piedras y las calles.
Que se avergüencen los que agitan árboles,
y más aún los que del suelo toman
frutos rojos de sangre.



viernes, 23 de febrero de 2024

Calígula

Calígula extendió su mano fría
y rodeo la mía.
La mano que había hecho ministros
a unos cuantos
más dignos del establo que del cargo.
La mano que no tembló en la traición,
que soportó el engaño,
que dejó abandonados
a tantos que no lo hubieran pensado.
Calígula sonrió
y vi sus dientes perfectos y blancos,
su cara maquillada,
el pelo bien peinado.
Calígula me habló,
como con los otros había hablado.
Silbó el aire entre los dientes blancos,
susurró palabra que con malvados
había practicado.
Calígula se fue
y me dejó pensando.
Pensando en servidores destrozados,
en los asesinos glorificados,
en los justos de los que se olvidaron.
Pensando en este país arrasado,
en la división y el odio sembrados,
en los perversos que él ha encumbrado.
Maldito el protocolo
que ha tanto me ha obligado.





miércoles, 10 de enero de 2024

Razón

Perdida la razón,

turbio el conocimiento,

los que se dicen buenos llaman locos

a quienes la opinión mantienen recta

sin ahora cambiar de parecer

como ellos hicieron.

La continua mudanza es discreción;

conservar el pensamiento, locura;

engañar, gran virtud;

y decir la verdad,

estupidez, la mayor necedad.










 

domingo, 24 de diciembre de 2023

Noviembre



Noviembre es el más triste de los meses.
El bullicio de abril es ya un recuerdo,
confusos los deseos incumplidos.
Han perdido sus pétalos las flores
que mayo nos había regalado.
Entre la arena, húmedos pañuelos,
abandonados en noches de junio,
se agitan y deshacen en el viento
que nos trae, desabrido, el otoño.
Sobre nuestras cabezas coronadas,
brilla la luz refulgente de julio
que ahora solo es un destello débil,
ribete sobre montañas lejanas.
Agosto y sus certezas ya se fueron,
mientras se quedan la lluvia y el frío
que vinieron con los primeros días
de aquel septiembre enfebrecido y fiero.
Se va alargando la noche en octubre,
pero...
Noviembre es el más triste de los meses.
Anuncian las sombras el fin del año,
sin que sea su término esperanza,
sin temblar aún por la cercanía
del lecho, de lo trágico o divino.
La lluvia penetra inmisericorde
y se suceden las noches sin día.
La ropa mojada junto a la lumbre,
gotas de agua profanan la entrada,
en el cristal se apaga la borrasca,
vencida ante la casa inquebrantable.
Horas extraordinarias, exámenes,
monotonía del breve remanso
en el que se desarrolla la vida.
Un noviembre inconcluso y repetido
aguarda los encuentros y memorias,
feliz ajetreo, reproches, prisas,
huella de noches calmadas, tranquilas.
Aguarda...
diciembre, del año el mes más feliz.
No importa ya lo que pudo haber sido.
Bullicio, flores, playas, luz, certezas
se mezclan con la lluvia y con el frío.
En el final, casi todo se entiende.
Mirada lenta, sonrisa apagada,
apenas cubre el rescoldo de chispas
que encendió la primavera lejana,
ardieron en el rotundo verano,
cruzaron el destemplado noviembre,
llegaron a las semanas que acaban
el tiempo alegre de nuestra esperanza.
Son éstas semanas que valen años,
palabras que nos recuerdan empresas,
luchas y porfías, lágrimas viejas,
victorias, alegrías y desdichas;
juvenil confianza, madura entrega,
temblor en el declinar de la vida.
Confía.
Confía en estos días sin urgencias,
confía en la familia que te espera,
confía en el amigo que te envía
un ingenuo poema navideño.
Confía en que la sopa esté caliente
y en que se sirva el cava en copa alta,
en que sepan a infancia los turrones
y haya juguetes nuevos bajo el árbol.
No temas en el año que termina
la luz deslumbrante de un nuevo día.
La Navidad es tiempo de volver,
de volver a la casa inquebrantable,
a los campos de glorias coronados,
a la arena de playas en verano,
a las flores que canta el mes de mayo,
al bullicio del recreo en abril.
Y ahora cena y descansa, recógete;
que tus recuerdos sean manta, duerme. 

domingo, 3 de diciembre de 2023

Decir

Lo dije, sí.
Roto de indignación,
hastiado de mentiras,
marchita la esperanza,
envuelto el corazón
por gasas de tristeza,
huellas de humillación.
Lo dije, sí.
Dolor de la traición,
risa de los malvados,
quiebra de la justicia,
honra del criminal,
desprecio para el justo,
final de la razón.
Lo dije sí.
Cansado de tibiezas,
harto de los desprecios,
agotado en la lucha,
perdido ya el vigor.
Porque la palabra que a mí me digo
solo a mí pertenece,
solo a mí me la debo,
solo yo la condeno.
Porque ese resto yo me lo quedo,
esa palabra dejo
-prenda de libertad-
junto a mis promesas y juramentos,
junto a lo que he de cumplir y guardar,
al lado de mi serena y antigua
felicidad.
Nos queda la palabra,
para unos hiriente;
para otros, cabal.
Para unos, airada;
para otros, tranquila,
moderada, acertada.
La palabra que no me quitarán;
porque si todo te quieren quitar,
por quitar la palabra empezarán.
Usemos la palabra,
que al igual que la fruta,
se ha de paladear.
Gustemos la palabra,
gustemos de la fruta,
dejémonos llevar,
porque son estos tiempos tan difíciles
que la verdad
con el gusto de fruta
se ha de disimular.




domingo, 12 de noviembre de 2023

It is always the same

It is always the same.
Right and evil, fair and tricks;
power and weakness.
A poor man looking down,
bare head, fingers around a crumpled cap.
A woman on her knees,
wrinkled forehead,
cleaning up other's dirt.
A teacher speaks a forbidden tongue,
A man sings a song and waves and old flag,
someone says that privilege has no ground,
freedom is in our hearts.
It is always the shame,
the rage and the fury,
the pain in the night,
just at the end of no one's day.
And those who raise their heads,
and those who say "no"
and those few who are able to see
the world that could be,
and the fewest who, without hope,
still know that to bring the light
well deserves the sweat and the fight,
the fools' hate and maybe,
life's end and the dark.








viernes, 6 de octubre de 2023

Paz, libertad, palabra

Escribieron en piedra
"paz", "libertad", "palabra".
Enlazaron tu nombre
con la negra fecha de oscuridad.
Taparon tus restos con una losa,
dejaron fuera el llanto,
los paseos tranquilos a tu vera,
las horas con los hijos,
brisa, nieve y lluvia, algunos abrazos.
Sabes que desde entonces,
comienza a contar del olvido el término.
Llegará el momento en el que nadie ponga
rosas rojas a los pies de tu tumba.
Tus hijos y los suyos morirán,
el tiempo borrará tu noble rastro,
el recuerdo se desvanecerá.
Pero entretanto...
tu lecho ha de ser de la paz santuario;
tu nombre, llamada a la libertad;
tu vida y muerte; clamor de igualdad.
Ha de ser -entretanto- tu sepulcro
hogar y fortaleza de los buenos,
resguardo de los que luchan y sufren,
símbolo de unidad.
Las palabras que entonces se grabaron
como campanas han de resonar.
Esa sepultura no es solo tuya,
no es solo de tus hijos o tu viuda;
de tus amigos, de tus compañeros.
Esa sepultura también es nuestra,
y aquellos que la manchan o profanan
a todos nosotros es a quien matan.
Qué triste y miserable se ha de ser
para la casa de un muerto ensuciar.
Cuánta maldad encierra
lanzar a las lágrimas excrementos,
emborronar la piedra que acarician
quienes una mano ansían rozar.
Cuánto odio se esconde
en quien no deja a los muertos en paz,
en quienes quieren que sufran los vivos
que no pueden sufrir más.
No nos hagas, mi Señor, como ellos,
que, como ha dicho Sara, mantengamos
el dolor por los dolores ajenos,
el amor, la verdad.
Consérvanos, Señor,
lo que nos hace humanos.
Danos las entrañas para llorar,
corazón para saber perdonar,
convicción para nunca abandonar
y fuerza para, juntos, ser capaces
de llegar al final.





 

martes, 20 de junio de 2023

Pozos tan blancos

Hace unos días, Felix Ovejero compartía en su muro de Facebook este poema de Juan Ramón Jiménez:

… Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros

cantando;

y se quedará mi huerto, con su verde árbol,

y con su pozo blanco.


Todas las tardes, el cielo será azul y plácido;

y tocarán, como esta tarde están tocando,

las campanas del campanario.


Se morirán aquellos que me amaron;

y el pueblo se hará nuevo cada año;

y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado,

mi espíritu errará nostáljico…


Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol

verde, sin pozo blanco,

sin cielo azul y plácido…

Y se quedarán los pájaros cantando.



Me atrapó su musicalidad y lo que decía; pero mi sentimiento no era el mismo. Sobre el mismo fondo, lo que yo diría es otra cosa.


Esto.


Y la muerte es que desaparezcan

los árboles y los pozos, tan blancos;

que ya no sean los pájaros grises

ni la música de los campanarios.


La muerte es que morirán los que quiero

y el cielo azul, de pronto, ya será

oscuridad.


La muerte no deja rastro ni amigos,

ni senda recorrida ni testigos.


Dame, vida, un momento

para soñar que al cruzar el cristal

lo que se queda aún seguirá.


Dame, vida, un segundo

para crear cielos que no veré,

vidas que tras de mí perdurarán.


Dame, vida, un instante,

para pensar que esto que te ofrezco

para otros, mis amigos, quizás

les servirá.

lunes, 5 de junio de 2023

Walking dead

To walk till death,
to fight till the end,
to understand everything,
not to hate anything,
to catch sounds and feelings,
to listen, to see...
They are not walking dead,
just simply human beings



jueves, 1 de junio de 2023

Madrid en mayo

En mayo comienza el sol a brillar,

ya se va alejando la oscuridad.

Del largo invierno vemos el final.

Se deshace la nieve ensangrentada,

palabras libres vuelven a brotar,

se empequeñecen quienes nos quisieron

separar

                Alumbra mayo esperanza

de otro mundo, otra sociedad.

Los míos deben aún aguardar,

todavía no ha empezado el momento

en que muchos se atrevan a confiar.

Pero lo que está a punto de venir,

incluso con vicios y cortedad,

es mucho mejor que lo que se va.

Madrid anuncia lo que va a llegar,

todo, desde Madrid, se salvará






jueves, 25 de mayo de 2023

Arriar la estelada

El día en el que arriaron la estelada

casi llovía, el cielo estaba gris.

Un hombre en la escalera descolgaba

las barras y la estrella apagada,

bandera del oprobio y del dolor,

de la traición y de la imposición,

de los derechos rotos, vulnerados,

del sufrimiento, del puño apretado.

También de nuestra determinación,

de la paciencia, esfuerzo y del tesón.

Baja del mástil el trozo de tela

que nos quiere romper.

Que ese palo seco y vacío nos muestre

cómo a veces el mal no prevalece,

cómo a veces los buenos se mantienen,

resisten, se unen y también vencen.

Que llegue el día en que en esa madera

agite el viento la otra bandera,

la que nos una en paz,

la que nos traiga la prosperidad,

la que nos de justicia y libertad.










lunes, 22 de mayo de 2023

Arco iris

Forma la lluvia efímeros espejos

en la tierra mojada del camino

que recorre los pies del peregrino.

Surgen del suelo robles, pinos, tejos;

de montañas y soles los reflejos.

"Corta nuestra existencia, triste el sino

de la vida que mata el asesino

que supera los árboles añejos.

¡Quién pudiera el crepúsculo admirar,

ver los rojos y azules derretirse,

nubes que el arco quieren ya borrar!”

Ya comienzan los charcos a morirse;

torna el camino a frío y seco estar,

solos vuelven los dioses a sentirse.




sábado, 13 de mayo de 2023

El soneto 116

Leía hoy en Facebook que Leopoldo Tolívar se quejaba de las ininteligibles traducciones de los sonetos de Shakespeare y ponía ante nuestros ojos el caso del Soneto 116, a la vez que compartía una traducción del mismo que había hecho un amigo suyo.

Difícil resistir la tentación de intentarlo. Copio primero el texto en inglés y tras él ofrezco mi versión.

Let me not the marriage of true minds
Admit impediments; love is not love
Which alters when it alteration finds,
Or bends with the remover to remove.
O no! it is an ever-fixèd mark
That looks on tempests and is never shaken;
It is the star to every wandering bark,
Whose worth's unknown, although his height be taken.
Love's not Time's fool, though rosy lips and cheeks
Within his bending sickle's compass come;
Love alters not with his brief hours and weeks,
But bears it out even to the edge of doom.
If this be error and upon me proved,
I never writ, nor no man ever loved.

Permitid que no admita impedimentos
en la unión de dos mentes verdaderas.
El amor no es amor si muda cuando
se enfrenta a la mudanza, o se distancia
si ve de la distancia consecuencias
¡Oh no! Que es el amor faro de piedra.
Contempla las tormentas, no se quiebra.
De los buques errantes es la estrella
cuya altura se mide y su valor
se ignora. 
                [No es amor simple juguete
del tiempo. Aunque el rojo de los labios
y el rosa de los pómulos se incline
ante su cruel guadaña, no se altera
el amor por lo breve de las horas,
sino que persevera hasta el fin.
Si esto fuera error y se probara,
Ni yo escribí ni nadie nunca amó.

Ciertamente, hay diferencias entre el sentido de las palabras de la versión y el original. He intentado mantener un cierto ritmo, para lo que he buscado versos endecasílabos con acento en sexta sílaba. Algunos versos riman, pero no se ha pretendido buscar ninguna regla en dicha rima, sino que me he dejado guiar por el oído, pensando que un ritmo demasiado marcado no le vendría bien al resultado final. Por esa razón, tampoco me molestan los abundantes encabalgamientos.
A partir de lo anterior, he intentado ser fiel a mi interpretación del poema.


Versión de Luis Astrana Marín (Aguilar, México DF 1991, a partir de la primera edición en Madrid, de 1932)


Versión de Andrés Ehrenhaus (Barcelona, Círculo de Lectores/Galaxia Gutenberg, 1984)


Versión de Jenaro Talens (Madrid, Cátedra, 2014)


Versión de Ignacio Gamen (Renacimiento, 2009)











miércoles, 10 de mayo de 2023

Nieve

He querido contar
cuántas veces la nieve ha descendido
hasta cubrir el gris de vuestras tumbas.
Cuántas veces la lluvia ha golpeado
vuestros nombres en piedra bajo cruces
sencillas como casas de inocentes.
He querido contar
días, vidas, encuentros, alegrías.
He querido contar las oraciones,
besos, riñas, desdichas.
Lo que cuentas no muere. Lo que recuerdas vive.
No quiero vuestra muerte,
no quiero vuestra entrega y sacrificio.
No. No la quiero.
No quiero esas nubes invernales,
esos árboles de ramas desnudas,
esos setos rojizos.
No. No los quiero.
No quiero un cielo denso de cemento,
un suelo mortecino,
hierba cortada y seca,
el jardinero que fuma a escondidas
un poco más allá de las cruces sencillas.
Una vida intranscendente, perdida,
olvidada de principios y honores,
de serios compromisos.
Olvidada de ese sol postrero a la tarde
cuya luz te roza el rostro un instante,
como si Dios acercara sus labios
a tu mejilla, a tus ojos y frente.
Esa luz es una vida,
la vida que dejas por esta tumba,
las ramas de abeto sobre la piedra,
el seto rojizo, la cruz sencilla.
¡Devuélveme a la vida tú que me amas!
Déjame disfrutar una vez más
del tibio sol de febrero,
una larga mañana de domingo,
el olor del jazmín en el verano,
el aire de las cumbres en la cara.
Tú que me amas, sácame de la tumba,
devuélveme a la vida que perdí.
...
Tú que me amas, ¡ayúdame!
Dame fuerza en el último momento
para ver más allá de nuestras muertes
el mundo que mis amigos tendrán,
las ramas de abeto, la cruz sencilla,
el seto rojizo, la piedra gris,
la calma y la felicidad de muchos,
tranquilidad serena, risas, paz.
Tú que me amas, extiéndeme la mano,
no me dejes partir en soledad.
Tú que me amas, que no muera el recuerdo.
Siéntate a nuestra vera,
cuenta los copos de nieve que caen
sobre los nombres grabados en piedra,
ten paciencia y mira cómo la lluvia
se desliza y moja la tierra negra.
Reza las oraciones que aún sepas.
Imagina las vidas que entregamos.
Cuenta, cuenta.





 

martes, 25 de abril de 2023

Altre 23 d'abril



Em portaren a Sant Jordi,
ja vell i fatigat,
amb records de flors, d'amics i de llibres.
Els meus peus trepitjaren el carrer
amb la dolça tendresa dels ancians.
Hi haurà una mà a on recolzi el braç,
una mirada atenta,
una furtiva llàgrima,
un sospir amagat.
Em portarem a Sant Jordi
i buscaré una rosa
senzilla i fresca, vermella i humil,
que viurà uns dies com hoste a la llar.
Veuré la gent que passa al meu costat;
me n'oblidaré de la seva cura
i simularé que encara soc jove,
que els pètals no han caigut;
la fragància neix per primer cop
i el vespre és de la festa començall.
Visitar les casetes,
veure un petó secret,
dues mans agafades,
el tremolar davant un escriptor,
la dedicatòria afectuosa,
la mà al cabell i el somriure nerviós.
La llum blava de la tarda em colpeja,
Sé que és l'instant perfecte.
Fulles que fimbren sota el sol d'abril,
serena agitació de la gent,
memòria d'un temps recuperat.
Viuré aquell Sant Jordi que resumeix
tots els que vaig gaudir,
viuré un dia que uneix
tots els batecs i el dol.
Emmirallar-se al llibre
que ho explica tot.
A la fi entendre.
Aplegar com a ram tots els "t'estimo".
Veure el carrer des del mont fins el port.
Sé que arriba l'hora de retornar.
Les escales, la rosa i el mirall;
el llibre, la finestra; al fons, la mar.





domingo, 9 de abril de 2023

Trinchera

Un pecho de cristal,
quebrado como el protegepantallas
de un teléfono móvil.
Tras él, solo el vacío.
Puedo llenarlo con lo que no ha sido,
con salidas y riñas, con parejas
que no han venido a casa temblorosas,
con escapadas de fin de semana
y la llave alegre y tintineante
de un coche limpio de segunda mano.
Podría llenarlo de mil imágenes
para ahogarme en la melancolía;
pero la carne no regresaría.
El músculo y la grasa seguirían
ausentes.
                Unas mujeres sentadas
al sol tranquilo de la tarde plena.
Una vida que se acaba.
Sería fácil clavarse en la tierra
de una trinchera entre los bosques
de Ucrania.
                    Bajo las balas y bombas,
tan solo esperando una explosión
que te reduzca a la nada que ya
eres.



lunes, 13 de marzo de 2023

Fútbol

Solo el portero frente al delantero.
Ha sido todo mero antecedente
de este breve encuentro
de la pierna y la mano,
de la fuerza y el salto.
Dos fines diferentes, enfrentados.
Y, sin embargo...
En ausencia del salto del portero
¿qué mérito sería hacer temblar
poste y red con el golpe del balón?
Sin el tiro ajustado del ariete
¿qué sentido tendría la estirada,
el vuelo suspendido, la parada?
Cuarenta ojos fijos, expectantes.
Ya son recuerdo pases y regates,
Todo ha sido para este momento.
Arma la pierna el delantero,
Se clava en el suelo el portero.
Vuela el balón furioso,
salta el postrer defensa,
mano y balón se encuentran.
Al caer, el cuerpo levanta el polvo
y al izarse muestra entre los brazos
el golpe congelado,
el gol que, otra vez,
ha doblegado.


















 

viernes, 24 de febrero de 2023

Yahveh

Dicen que Yahveh era una montaña.

Hay quien piensa que las olas que rompen

en los acantilados de la muerte

traen nuevas de quien habita el cielo;

algunos sueñan que el mar es un dios

colérico o dormido,

fuerte o, tal vez, vencido.

¿No son ellas olas, mar y montañas?

¿No son mujeres las que pastorean

las nubes en los cuentos infantiles?

¿Qué loco imaginó que Dios pudiera

ser en algún momento otra cosa

que puro amor de madre,

de amiga, esposa, hermana?