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martes, 24 de diciembre de 2024

El final del año (Navidad 2024)




Tardes de otoño que espesan la sangre,
silencian a los pájaros, vuelven grises los montes;
tardes que dejan las casas vacías,
habitaciones blancas; ventanales al bosque.
Reverbera el silencio en las paredes
que el aire frío pule con paciencia.
La oscuridad penetra en las estancias,
la noche crece, se solidifica.
Es la tristeza luz de la verdad;
enciende las memorias, desgarra la esperanza;
fría llama de hielo, blancos huesos.
Una luna sin sombra; un sol que luce negro.
En los días más breves todo es nítido.
La vida no tiene adornos,
lo finito te rodea,
el horizonte se acerca,
se vuelve liviano el aire,
unos y otros se alejan.

Préstame noche, la luz del hogar;
de la infancia el recuerdo, del ruido la armonía,
de nuevo el anhelo de eternidad;
universo infinito; un tiempo sin final.
Besos, manos, mejillas que se juntan,
aroma de langostinos y cava,
brazos que se te rodean al llegar
y se agitan contra la oscuridad.
El mundo acaba en la sala de estar.
Un dulce dormitar, del reloj la cadencia;
regalos por el suelo, una copa vacía;
farolas en el patio, una charla trivial.
Nos conceden estos días certezas,
certezas repetidas
desde el llanto inicial.
Cabellos que se mezclan,
olores compartidos,
la paz en el hogar.

Aguardan a la noche en las trincheras,
hace crujir el viento hojas y ramas;
esperan que comience la batalla,
la batalla final.
En ese campo oscuro,
en el filo entre la noche y el día,
una velada única, especial.
Las noches, al final, se acortarán;
el día, en su momento, se impondrá.
Todo tendrá sentido,
se secarán las húmedas mejillas,
será corta la sombra al mediodía,
se detendrán los coches ante el rojo;
nada malo o terrible pasará.
Esto nos regala la Navidad.
Toma ingenuo el mensaje,
exhibe la inocencia
tanto tiempo olvidada.
No repares en cálculos,
cubre la desazón,
domestica la rabia,
adquiere comprensión,
degusta los turrones,
sonríe, brinda, entorna la mirada,
date permiso, déjate llevar.
No somos más que polvo,
polvo que errante va;
pero, de vez en cuando,
aún rodeados de oscuridad,
un destello de luz te encontrará,
serás por un instante puro espejo
un vibrante reflejo, claridad.
Goza de ese momento
antes de volver a la eternidad.
Esto es lo que nos dan en este día.
Te deseo que seas feliz en Navidad.

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