Como los niños lloran por lo fútil,
así nosotros también Te pedimos
baratijas sin substancia,
chuches, piedras de colores.
Nos escuchas, sonríes, las ignoras.
Así ha de ser;
pero,
pero en aquellas que de corazón
para nuestro pequeño y dulce hermano
de rodillas te pedimos,
fíjate en el dolor y no en la causa.
Concédenosla, repárala,
que sintamos que sientes
del padre la bondad.
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