como se da la manga de un jersey.
La vuelta,
darse la vuelta,
expuesto el interior a viento y lluvia.
No tiene bordes
la flor abierta.
Flor blanca y amarilla
contra el verde; el azul de las montañas
que en un día lejano, abandoné.
Son quienes me rodean almenares,
luces frente a lo negro.
Cae uno, se apaga.
Muere ante el soplo del viento en la noche.
Viene de lejos ese aire frío.
El viento negro,
los sueños de los niños.
Más allá hay otro mundo, recordado.
Las montañas que un día abandoné.
No tiene borde el Ser,
se confunde
con Él,
no ser.
1 comentario:
Magnifico, enhorabuena Rafa, eres un poeta!!
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