En un lago; azul, negro, azul y verde,
blanco, amarillo, carne que te pierde.
Ojos en los que veo viejas cargas,
poso de horas duras, muy amargas;
del mundo en el que sólo es quien muerde.
del mundo en el que sólo es quien muerde.
Muerte para el que aquello aún recuerde
y vida para ti, que aquí te embargas;
que aquí contemplas y te admiras toda
de los bosques y de la lluvia recia;
que descansas feliz en tu pagoda,
lejos de la mundana peripecia.
Ojalá sea éste altar de boda
y tumba de ambición soberbia, necia.
que descansas feliz en tu pagoda,
lejos de la mundana peripecia.
Ojalá sea éste altar de boda
y tumba de ambición soberbia, necia.
Y descanso junto a quien te acomoda
3 comentarios:
mira que me gustò...pero el cierre me parece uno de tus mejores broches de oro...
abrazos
¡Gracias Adelfa! Sí, el cierre tiene su historia, me costó, me costó...
Un abrazo.
piernas y agua...
como si nos asomásemos a un lago,
y lo navegáramos:
agua, un espejo...
++
Un abrazo,amigo
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