Tan fuerte soplaba el viento aquel día
que sin querer al mundo devolvió
un alma que hacia el cielo subía.
¡Pobre alma! En un cuerpo se metió
que por azar a la vida venía.
El golpe que en el culo recibió
le hizo ver que otra vez vivía.
Gritó por lo triste que se sintió.
Los recuerdos ya han desaparecido
del día en que el alma libre volaba
a la vez que una mujer, con quejido,
en este mundo su cuerpo entregaba.
Pero sabe por su pecho encogido
que algo pasó cuando el viento soplaba.
5 comentarios:
Sorprende el eneasílabo del séptimo verso.Y está bien resuelto el cambio de métrica y rima al final. Sigamos divirtiéndonos así.
Un abrazo.
Me gusta el contraste entre el título y el contenido de tu poema. Un abrazo, Rafael.
Hola Jose,
lo de la medida de los versos es mi cruz, entre sinalefas que se hacen y sinalefas que no se hacen me encuentro con que lo que creía once sílabas a veces son doce y a veces son nueve; pero entonces veo como suena y si me gusta pues lo dejo así. Como le leí a Aurora, esto de escribir es cuestión de elegir, o sea, de decidir. A mi me cuesta, pero soy consciente de que hay que hacerlo y desechar muchas posibilidades en favor de una sola.
Un fuerte abrazo.
Hola Aurora, sí el contenido no es propiamente un divertimento, el título viene por la forma más que por otra cosa; y también por el momento en el que lo escribí.
Besos.
Hasta hoy no he podido decírtelo: nada de escandir, Rafael, los versos deben ir construyendo su ritmo. Y así salió, rítmico.
Abrazo.
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